El barco de una ONG española con 147 migrantes rescatados del mar se hallaba hoy en aguas territoriales italianas, en cercanías de la sureña isla de Lampedusa, tras una decisión judicial que frustró las intenciones de las autoridades del país a otorgarles permiso para amarrar tras 14 días de espera en el Mediterráneo.

El final de la crisis a la que se enfrenta el buque humanitario de la ONG Pro Activa parecía más cerca, después de que un tribunal italiano suspendió ayer el decreto del premier y ministro del Interior, Matteo Salvini, que les prohibía adentrarse en aguas jurisdiccionales del país bajo amenaza de multas y confiscación del buque.

Decidido a impedir el desembarco, Salvini dijo haber firmado una nueva directiva que prohíbe el ingreso de los barcos humanitarios a aguas territoriales italianas, pero la ministra de Defensa italiana, Elisabetta Trenta, rechazó firmar la medida.

La justicia italiana no solo tumbó el decreto anti inmigración de Salvini sino que ordenó al gobierno italiano que designe un puerto y preste «asistencia inmediata» a las personas más necesitadas rescatadas.

La presión sobre el gobierno italiano se incrementó, incluso generando disputas internas, con lo que la ONG española cree que Italia terminará «obedeciendo el mandato judicial».

«Confiamos en que lo harán, es su obligación», dijo hoy el jefe de la misión del barco Open Arms en Italia, Ricardo Gatti, en declaraciones a la radio española Cadena Ser.

«Hemos informado a las autoridades de que tenemos una situación de emergencia, que las personas a bordo están muy mal. Hemos preparado todo tipo de documentación para demostrarlo, haciendo hincapié en las «causas psicológicas», explicó el activista.

Las 147 personas que continúan a bordo del Open Arms, la mayoría de ellas rescatadas hace 14 días, todavía no pueden pisar tierra, aunque ya la contemplan desde la cubierta del buque.

«Día 14. Avistamos tierra. Lampedusa. Con el decreto de Salvini suspendido, estamos en aguas de Italia con autorización. Todavía sin puerto, pero el fin de esta pesadilla está más cerca. La humanidad tiene que prevalecer entre tanto sinsentido», dijo la ONG a través de las redes sociales.

Tras la decisión de la justicia italiana, la ONG solicitó vía correo electrónico permiso de «desembarco urgente» a los centros de coordinación de salvamento marítimo de Italia y Malta.

A la espera de que la embarcación pueda amarrar en el puerto de Lampedusa, varios países europeos manifestaron su intención de acoger a parte de la tripulación, entre ellos, España, Francia y Alemania, según informaron medios españoles.

«Lo celebraremos cuando veamos que se cumple», dijeron desde la ONG, después de casi dos semanas de inacción por parte de los gobiernos europeos y del propio Ejecutivo del socialista Pedro Sánchez, quien hace un año acogió a 60 náufragos rescatados por el Open Arms en Barcelona.