En una nueva entrega de Café Internacional, se abordaron temas de peso en la agenda global. En primer término, se tocó todo lo que dejaron los resultados de las elecciones generales del 23-J en España, en las cuales ganó el Partido Popular, sin que esté claro si podrá formar gobierno. Seguidamente, se repasó el convulsionado escenario político israelí tras la aprobación de una parte de la reforma judicial, la cual ha polarizado como pocas veces a la sociedad en este país. Por último, se analizó desde una perspectiva amplia y a dos voces el contexto del 70ª aniversario de la firma del armisticio de Panmunjom, que puso fin a la Guerra de Corea, pero que dejó a una península dividida en dos países.

El domingo pasado se celebraron elecciones generales adelantadas en España, las cuales venían rodeadas de gran expectativa en torno a que su resultado trajera consigo un cambio de gobierno tras cinco años de mandato del presidente Pedro Sánchez. En efecto, el escenario político surgido de los comicios autonómicos y municipales de finales de junio parecía señalar un fin de ciclo para el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), tras el excelente desempeño del Partido Popular (PP), el cual mantuvo bastiones tradicionales como la alcaidía y la comuna de Madrid o Galicia, a la vez que ganó en regiones de cuño socialista como Andalucía o Valencia. El discurso triunfalista del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, daba cuerpo a lo que se prefiguraba como un escenario irreversible. Sin embargo, al día siguiente Sánchez pateó el tablero y adelantó los comicios programados para diciembre, quitando momentum político al PP y dando centralidad a la narrativa política del PSOE. En este sentido, las encuestas predecían una victoria del PP pero sin poder conseguir la mayoría absoluta de 176 escaños sobre 350, por lo que se especulaba con una alianza entre la centroderecha y VOX que garantizara la formación de un gobierno estable, así como también auguraban una caída abrumadora del PSOE.

Lo que salió de las urnas no dejó de constituir una sorpresa para propios y extraños. En efecto, el PP sale victorioso (33%, 136 escaños) pero a escasísima diferencia del PSOE (31%, 122 escaños). La segunda sorpresa fue el retroceso de VOX (12,3%, 33 escaños), que se consolida como tercera fuerza pero cuyo desempeño impide su entrada al gobierno de la mano del PP. Otra sorpresa más fue el buen resultado de la formación de izquierda Sumar (12,3%, 31 escaños), en medio de un conflicto interno entre sus formaciones integrantes. Estos resultados no solo dificultan la posibilidad de que el PP forme gobierno sino que existen posibilidades de que el propio Sánchez, aun perdiendo las elecciones, consiga la mayoría absoluta, apoyado en Sumar y en las diferentes vertientes nacionalistas autonómicas. El conductor, Santiago Toffoli, analizó a partir de aquí el escenario proyectivo, con las negociaciones de los partidos mayoritarios para alcanzar el número mágico de 176 escaños o, de lo contrario, celebrar nuevas elecciones en diciembre, escenario que se ha dado solo dos veces anteriormente, en 2015 y en 2019.

En el segundo bloque se abordó el conflictivo escenario israelí tras la aprobación parlamentaria de la primera parte de la polémica reforma judicial impulsada por el gobierno de Benjamín Netanyahu, que despertó inéditas manifestaciones en su contra en mayo, escenario que volvió a repetirse durante los últimos días. Mediante esta reforma, se derogó el llamado “principio de razonabilidad”, una facultad exclusiva de la Corte Suprema para imponer su criterio sobre medidas de gobierno y nombramientos ministeriales considerados “irracionales”. El argumento de quienes están a favor de la reforma es que dicho principio de razonabilidad le confiere poderes excesivos y vulnera la voluntad popular, mientras que quienes se oponen ven en esta reforma una amenaza a la división de poderes israelí, en tanto las decisiones de un partido serían, sin este principio, representativas de toda la sociedad israelí, lo que daría lugar a mayores cotas de autoritarismo.

En este punto el análisis, Toffoli se centró en el contexto político reciente en Israel, con la caída y retorno de Netanyahu al poner tras un paréntesis dominado por la formación de un gobierno de coalición de amplísimo espectro, y las protestas de sectores clave como los sindicatos y el propio Ejército contra la reforma judicial, y las perspectivas en torno a una situación que ha tensado el ambiente político y social, esta vez por causa de disputas entre fuerzas internas.

Finalmente, se analizó lo referente al 70º aniversario del armisticio de Panmunjom, que puso un alto a la Guerra de Corea (1950-1953) pero que no derivó en un acuerdo de paz, situación que perdura hasta estos días. Tanto Corea del Sur como Corea del Norte se encuentran actualmente en una nueva etapa de distanciamiento, atravesados no sólo por sus rivalidades tradicionales tras el fallido acercamiento de 2018, sino también influenciados por los reacomodamientos políticos derivados del conflicto entre China y Estados Unidos en el Estrecho de Taiwán. Así, ante un despliegue de concordia y posiciones conjuntas en la celebración desde el lado norteño, con la presencia de altos cargos rusos y chinos presentes en los desfiles, como también los recientes ensayos misilísticos del lado de Pyongyang, se le contraponen los ejercicios conjuntos Estados Unidos-Corea del Sur celebrados durante la última semana, al igual que la presencia de un submarino nuclear estadounidense al sur de la península coreana, un hecho que no ocurría desde 1960.

En la mesa de Café Internacional, tanto Toffoli como el productor del programa, Lautaro Murialdo, analizaron no solo el escenario de tensión política presente, sino también otros aspectos que hacen parte del poder y prestigio internacional surcoreano, tales como el fenómeno K-Pop o los últimos éxitos cinematográficos, señalando a las industrias culturales surcoreanas como un exitoso activo de poder blando.