Por Nabih Yussef*

Miles de catalanes se movilizaron hoy 1° de octubre para participar de la consulta popular sobre la independencia de Catalunya. El referéndum fue proscripto por Madrid que considera el llamado a las urnas como “ilegal y antidemocrático”. Es así que el presidente del Gobierno español Mariano Rajoy, ha enviado a la guardia civil y a las fuerzas federales para frenar los comicios.

Las tensiones durante la jornada cívica han decantado en escenas de extrema violencia perpetradas por las autoridades policiales, pero también en imágenes conmovedoras de lo que fue una jornada histórica para Catalunya, pero también para España.

Una mujer levanta las manos en señal de protesta pacífica mientras la guardia civil española la carga entre dos uniformados. En frente, se observa a otro agentetapándose los oídos ante los gritos desesperados de manifestantes que a metros asisten impotentes a la escena. En los suelos, se deshacen los claveles rojos repartidos por la gente en señal de paz. La foto es de David Ramos.

Un policía español golpea con fuerza la puerta de ingreso de una escuela catalana. Los vidrios se retuercen pero las cadenas entre las barras no ceden. Las autoridades civiles del establecimiento han improvisado con un candado el cierre del acceso para evitar que la policía ocupe el lugar donde la máxima autoridad catalana, Carles Puigdemont, debería votar.

El presidente del Govern de la Generalitat, la institución de gobierno catalán, envió un mensaje al electorado a través de los medios de comunicación manifestando que cualquier persona podría votar en cualquier centro electoral aunque no fuere el designado. Esto provocó las críticas de Madrid que subrayó la falta de legitimidad del proceso.

Ante ello, la Generalitat comunicó que el sistema informático unificado garantizaba “un voto por persona” más allá de cual fuere el establecimiento de sufragio. De esta manera el gobierno catalán sorteaba el bloqueo de al menos un tercio de los locales electorales por parte de la policía. La foto inmortalizada es tomada por Lluís Gené.

Bomberos catalanes crean un cordón humano para proteger a los ciudadanos que intentan ingresar al establecimiento para sufragar. Entre la gente se ven rostros de bronca, impotencia y llanto, al tiempo que suben sus palmas blancas en lo alto en señal de protesta pacífica. Minutos después, la guardia civil abre los brazos enlazados de los bomberos y con la goma dura de sus garrotes estacan las costillas de los valientes anaranjados. La foto, de extrema tensión, es tomada por David Ramos.

En la escena, la policía de Catalunya conocida como Mossos d’Esquadra, se mezclan en la foto con la policía nacional española. Uno de ellos señala con el dedo a un oficial de oscuro y recrimina la violencia utilizada por éste al derribar a una mujer anciana al suelo. Detrás de él y de brazos más tímidos, un segundo mosso se consume por la situación. Oculta en la foto se encuentra una muchedumbre que grita de orgullo al ver a su guardia local defender a sus conciudadanos. Al tiempo que un mosso más joven cae en los brazos de un manifestante en llanto, conmocionado por la situación.

Siete juzgados de Catalunya han abierto investigaciones contra los Mossos d’Esquadra por delitos de desobediencia. Se los acusa de no haber impedido la celebración del referéndum unilateral sobre la independencia y la Fiscalía General en Madrid quiere sus cabezas. La foto pertenece al ojo sagaz de Quique García. La censura de las caras corresponde a El Periódico de Catalunya, medio local que busca proteger la identidad de los uniformados para evitar sus procesamientos.

Con sus rostros enmascarados en las sombras, miembros de la policía nacional secuestran las urnas del referéndum. La imagen parece extraída de una escena del crimen. Un enmascarado lleva consigo una urna de plástico ya sin los votos. Su colega también encapuchada, sostiene el botín de papeletas que no serán parte del conteo de votos que, ha prometido la Generalitat, se llevará a cabo en los próximos días.

Mientras tanto, el presidente del Gobierno Mariano Rajoy, remarcó que “no ha habido un referéndum de autodeterminación en Catalunya”, y agradeció a la policía nacional y la guardia civil por “cumplir con el mandato de la justicia”. Rajoy dio así por concluido una jornada de violencia grotesca que quedará enmarcada a fuego en la memoria de los catalanes y españoles. “Hemos hecho lo que teníamos que hacer”, sentenció. La foto es de Pau Barrena.

*Analista internacional y Director del Consejo de Estudios Interdisciplinarios Económicos y Políticos www.CEIEP.org

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