En medio de la crisis institucional en Bolivia generada a raíz del golpe de Estado contra el tres veces presidente Evo Morales, un estudio realizado por investigadores estadounidenses desmiente lo expuesto por la Organización de los Estados Americanos y asegura que no hubo fraude en las elecciones presidenciales del 20 de octubre.

El Center for Economic and Policy Research (Cepr), con sede en Washington, llevó adelante un estudio titulado “¿Qué sucedió en el recuento de votos de las elecciones de Bolivia de 2019? El papel de la Misión de Observación Electoral de la OEA”, siendo una de las conclusiones, a diferencia de lo expuesto por la organización que preside Luis Almagro, que “era predecible la victoria de Morales en primera ronda, basándose en los resultados del inicial 83.85% de votos perteneciente al conteo rápido que mostró a Morales liderando a Carlos Mesa por menos de 10 puntos”.

A través de un análisis estadístico, el think tank estadounidense, pone en tela de juicio las declaraciones de prensa de la OEA del 21 de octubre, realizadas junto con un informe preliminar que genera incertidumbre a raíz del compromiso de la organización con la observación imparcial, profesional y electoral.

“La OEA debe investigar cómo fue posible que se hicieron tales declaraciones sin ninguna evidencia, las que pueden haber alimentado el actual conflicto político en Bolivia”, dijo Mark Weisbrot, codirector de Cepr.

Por su parte, principal analista de políticas del centro y coautor del documento, Guillaume Long, indicó que “simplemente no hay una base estadística o probatoria para disputar los resultados del conteo de votos que muestran que Evo Morales ganó en primera ronda” y que “al final, el conteo oficial, que es legalmente vinculante y completamente transparente, así como las hojas de conteo disponibles en línea, coincidió estrechamente con los resultados del conteo rápido”, según consignó la organización a través de un comunicado.

Asimísmo, Mark Weisbrot, codirector de CEPR, indicó que era “inusual y muy cuestionable que la OEA emitiera un comunicado de prensa cuestionando los resultados de las elecciones sin proporcionar ninguna evidencia que lo sustentara”, y señaló que el informe preliminar “tampoco proporcionó evidencia de que haya sucedido algo sospechoso con el conteo de votos”.

A continuación, el comunicado completo del Center of Economic and Policy Research:

El análisis estadístico de los resultados electorales y las hojas de recuento (o actas) de las elecciones bolivianas del 20 de octubre no muestra evidencias de irregularidades o fraude que haya afectado el resultado oficial que le dio al presidente Evo Morales una victoria en primera ronda, aseguran investigadores y analistas del Centro de Investigación en Economía y Política (CEPR). Contradiciendo la narrativa postelectoral apoyada, sin evidencia, por la Misión de Observación Electoral de la OEA, el análisis estadístico muestra que era predecible la victoria de Morales en primera ronda, basándose en los resultados del inicial 83.85% de votos perteneciente al conteo rápido que mostró a Morales liderando a Carlos Mesa por menos de 10 puntos.

El nuevo estudio, “¿Qué sucedió en el recuento de votos de las elecciones de Bolivia de 2019? El papel de la Misión de Observación Electoral de la OEA”, presenta un desglose paso a paso de lo que sucedió con los recuentos de votos de Bolivia (tanto el conteo rápido no oficial como el conteo oficial más lento), buscando disipar la confusión sobre el proceso. El informe incluye los resultados de 500 simulaciones que muestran que la victoria de Morales en la primera ronda no solo fue posible, sino probable, según los resultados del 83.85% inicial de votos del conteo rápido.

«Simplemente no hay una base estadística o probatoria para disputar los resultados del conteo de votos que muestran que Evo Morales ganó en primera ronda», dijo el principal analista de políticas de CEPR y coautor del documento, Guillaume Long. «Al final, el conteo oficial, que es legalmente vinculante y completamente transparente, así como las hojas de conteo disponibles en línea, coincidió estrechamente con los resultados del conteo rápido».

Mark Weisbrot, codirector de CEPR, señaló que era inusual y muy cuestionable que la OEA emitiera un comunicado de prensa cuestionando los resultados de las elecciones sin proporcionar ninguna evidencia que lo sustentara. Señaló que el informe preliminar de la OEA sobre las elecciones tampoco proporcionó evidencia de que haya sucedido algo sospechoso con el conteo de votos.

«La declaración de prensa de la OEA del 21 de octubre y su informe preliminar sobre las elecciones bolivianas plantean preguntas inquietantes sobre el compromiso de la organización con la observación imparcial, profesional y electoral», dijo Weisbrot. «La OEA debe investigar cómo fue posible que se hicieron tales declaraciones sin ninguna evidencia, las que pueden haber alimentado el actual conflicto político en Bolivia».

El análisis verifica que las tendencias históricas de votación que favorecen a Morales en las áreas donde los votos tardan más en transmitirse explican por qué la brecha entre Morales y Mesa se amplió a medida que se contaban los votos, y terminó con un resultado oficial que colocó a Morales por delante de Mesa con 10.57 puntos.

El documento también demuestra que las tendencias de votación tanto para Morales como para Mesa fueron consistentes, lo que contradice las primeras declaraciones postelectorales de la OEA: “Ni el conteo rápido ni el conteo oficial exhiben cambios repentinos en las tendencias de los resultados finales, y la misma tendencia ampliamente conocida , explicable por la geografía, es evidente en ambos aspectos».

«Animamos a todos los interesados en lo sucedido en las elecciones de Bolivia a que hagan su propio examen de las actas y su propio análisis estadístico», dijo Long. “Con suerte, la misión electoral de la OEA lo hará. Pero también debemos recordar que una misión electoral de la OEA anuló los resultados electorales en Haití en 2011 sin estadísticas ni ningún otro argumento”.

Elecciones en Bolivia by Jennifer Hartkopf on Scribd