El Congreso chileno aprobó este jueves la reforma constitucional que permite que los aportantes puedan retirar el 10% de los fondos depositados en el sistema de pensiones privado como medida para enfrentar la crisis causada por el coronavirus.

Ahora el proyecto está en manos del presidente Sebastián Piñera, quien puede promulgarlo, vetarlo o llevarlo al Tribunal Constitucional.

En medio de un clima de creciente tensión política, el proyecto fue aprobado finalmente en Diputados, la última instancia legislativa, con 116 votos (23 más que los necesarios) a favor, 28 en contra y 5 abstenciones; y ahora puede ser promulgado por el presidente Piñera, aunque parlamentarios oficialistas ya le pidieron que haga su trabajo de “colegislador” y vete el proyecto.

Los pedidos desde los sectores más duros del oficialismo fueron explícitos. La presidenta de la pinochetista Unión Demócrata Independiente (UDI), Jacqueline van Rysselberghe, incluso ya dijo que llevaría el proyecto al Tribunal Constitucional.

Durante la mañana, el presidente chileno promulgó la Ley de Crianza Protegida, que estima una ampliación de licencia médica para los padres y permisos posnatales con subsidios para mantenerse en el hogar durante la pandemia.

Pero todos los ojos en Chile están hoy puestos sobre la ley de retiro de fondos, considerada una derrota política para el Gobierno.

“No siento que uno experimenta una derrota cuando lucha con convicción por lo que cree es lo mejor para Chile y los chilenos”, declaró el jefe de Estado, luego que ambas cámaras del Congreso aprobaran la reforma que él rechaza, aún con votos del oficialismo.

Piñera aún puede llevar la ley a una instancia de Tribunal Constitucional e incluso podría vetarla durante los próximos 30 días. Aún no anunció cuál será su decisión, pero hoy dio un guiño a favor de los sectores más moderados.

«Vivimos en democracia. No siempre lo que uno cree es lo mejor para el país. Dejaremos que finalice el proceso legislativo”, aseguró.

“Tenemos una posición muy clara, con tres iniciativas en forma simultánea. Primero queremos proteger más a nuestra clase media; segundo, mejorar las pensiones, hacer una reforma estructural y de fondo al sistema; y tercero poner en marcha nuestro país, sociedad y economía, todo eso junto a la lucha contra el coronavirus”, continuó

“Nuestro gobierno está profundamente comprometido con la reforma de las pensiones”, concluyó.

El otro frente político sensible para el Gobierno es el plebiscito que podría abrir el camino a una nueva Constitución.

Piñera ratificó que se realizará el próximo 25 de octubre y explicó que trabaja en la posibilidad de desarrollarlo en dos días, en lugar de uno como se haría tradicionalmente.

“Esto nos permitirá tener más tiempo y menos aglomeraciones o probabilidad de contagios, para no comprometer la salud de nuestros compatriotas”, argumentó.

«Mientras no exista una vacuna, vamos a tener que aprender a vivir con el coronavirus”, agregó el mandatario, el mismo día que el país registró un total de 338.759 contagios y 8.838 fallecidos.