Con 204 focos activos en la zona centro sur de Chile, el gobierno de Gabriel Boric decretó el estado de alerta por los incendios. Hasta el momento se contabilizaron 13 muertos, dos de ellos murieron al caer un helicóptero que participaba en el combate de las llamas.

Más de 200 incendios han arrasado más de 47.000 hectáreas, dejado 97 viviendas completamente destruidas y 22 heridos, ocho de ellos de gravedad. De los 204 incendios activos, 56 están fuera de control.

La situación, está lejos de estar controlada, y rememora la catástrofe que se vivió (en la misma zona) a comienzos de 2017, cuando un megaincendio forestal dejó 11 fallecidos, unos 6.000 damnificados, más de 1.500 viviendas destruidas y 467.000 hectáreas afectadas.

Como en aquel año, los focos de incendio actuales comenzaron en áreas agrícolas y en bosques, y avanzaron hasta amenazar y afectar zonas pobladas.

«Tenemos que señalar que hay 13 fallecidos en total, 11 en la comuna de Santa Juana, un piloto de nacionalidad boliviana y un mecánico de nacionalidad chilena que capotaron en un helicóptero que se encontraba en su función de combatir este incendio», dijo Mauricio Tapia, director nacional subrogante del Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres.

Una de las zonas más afectadas es la localidad de Santa Juana, 52 km al sur de Concepción.

En este sentido y según los focos más activos y descontrolados, el gobierno de Chile declaró el estado de catástrofe en las regiones de Ñuble y Biobío (centro-sur). Los incendios también afectan las regiones de Maule y La Araucanía.

El presidente Gabriel Boric decidió suspender sus vacaciones y se trasladó a la zona de la catástrofe.