China adoptará medidas de estímulo económico para contrarrestar el impacto de la guerra comercial con Estados Unidos, indicó este martes el gobierno, un día después de una importante reunión presidida por el primer ministro Li Keqiang.

El gobierno pondrá en marcha una política fiscal «más activa», autorizando a más empresas a deducir de los impuestos las inversiones en investigación y desarrollo, indicó el comunicado del gobierno.

También se acelerará la emisión de «obligaciones especiales» para financiar proyectos de infraestructuras de las administraciones locales por un monto de 1,35 billones de yuanes.

Además se abrirán líneas de crédito por 140.000 millones de yuanes (17.000 millones de euros) destinadas a 150.000 pequeñas empresas cada año.

Sin embargo, el gobierno advirtió que no habrá «un diluvio» de medidas de estímulo como las que aplicó tras la crisis financiera de 2008. Esas medida hicieron crecer enormemente la deuda, que ahora el gobierno intenta contener.

«La política monetaria prudente no será ni demasiado rigurosa ni demasiado complaciente», advirtió el gobierno.

Las medidas anunciadas por el gobierno fueron bien recibidas en las plazas bursátiles de Shangái y Shenzhen, en alza de 1,37% y 1,35% respectivamente.