En medio de la conmemoración por los 18 años de atentado a las Torres Gemelas, el presidente de los Estados Unidos amenazó a los talibanes al afirmar que “si por algún motivo vuelven a nuestro país, iremos donde quiera que estén y usaremos un grado de fuerza que Estados Unidos nunca ha usado antes, y no estoy hablando de la fuerza nuclear».

Desde el Pentágono, el mandatario estadounidense aseguró que reforzará el combate contra ese grupo insurgente y confirmó que suspendió las conversaciones de paz con ellos por el reciente atentado en Kabul, la capital afgana, en el que murieron un soldado estadounidense y otras 11 personas.

«(Los talibanes) creyeron que usarían este ataque para demostrar fuerza, pero lo que demostraron fue una debilidad imparable. En los últimos cuatro días hemos golpeado más duro que nunca a nuestro enemigo, y eso continuará», advirtió el funcionario.

Y agregó: «Nunca habrán visto nada como lo que les ocurrirá. Ningún enemigo en la tierra puede igualar la abrumadora fuerza, talento y poder de las fuerzas armadas estadounidenses».

Esta advertencia llegó dos días después de cancelar las conversaciones de paz con ese grupo insurgente debido a un atentado en Kabul. La suspensión de las negociaciones amenaza con provocar un repunte de la violencia aún mayor en Afganistán en un momento especialmente delicado, a apenas dos semanas de las elecciones presidenciales en el país.

«La libertad estadounidense solo sobrevive porque hay patriotas dispuestos a sacrificarlo todo. No buscamos el conflicto, pero si alguien se atreve a atacar nuestra tierra, responderemos», expresó en su discurso.

Trump acudió al Pentágono para recordar a las 184 personas que murieron allí hace 18 años, cuando un avión comercial se estrelló contra la sede del Departamento de Defensa, menos de una hora después de que las Torres Gemelas en Nueva York recibieran el primer impacto.

Según aseguró, él mismo pudo ver cómo se estrellaba el segundo avión en esos icónicos edificios al mirar por la ventana de su torre en el centro de Manhattan, y después se desplazó a la zona cero para «intentar ayudar».

El presidente recordó al 11-S como “un día lleno de horror y pena”, él se encontraba viendo «un importante programa de negocios» en la televisión cuando la programación se interrumpió para mostrar las primeras imágenes de las Torres Gemelas en llamas.