El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas convocará una sesión extraordinaria con motivo de la visita que realizó este martes el nuevo ministro de Seguridad Nacional de Israel y líder del partido de ultraderecha Otsmá Yehudit, Itamar Ben Gvir, a la Explanada de las Mezquitas, acción que provocó condenas internacionales.

La reunión del organismo de la ONU no tiene fecha oficial, pero podría llevarse a cabo mañana, según declaró un diplomático al medio The Times of Israel.

La vocera de la misión de Emiratos Árabes Unidos (EAU) en la ONU, Shadad Matar, informó que su país, junto a China, pidió una reunión urgente del Consejo de Seguridad por las preocupaciones que suscitó la visita a la mezquita de Al Aqsa.

Ben Gvir, líder de uno de los tres partidos de ultraderecha de la nueva coalición de Gobierno, aseguró que Israel «no cederá ante las amenazas de Hamas», en medio de las advertencias sobre un posible repunte de las tensiones en caso de que entrara al lugar sagrado, conocido por los judíos como Monte del Templo.

Tras la visita, este martes, cerca de la medianoche, un cohete fue lanzado desde Gaza hacia Israel sin salir del territorio gazatí, informaron las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).

«El proyectil no salió del territorio de la Franja, no causó daños ni heridas», destaca el comunicado militar, informó la agencia de noticias Europa Press.

Tampoco sonaron las alarmas antiaéreas en las comunidades colindantes con Gaza, pero los habitantes de la zona dijeron haber oído una gran explosión, informó hoy la radio nacional israelí Kan.

El recién nombrado ministro visitó el recinto sagrado para musulmanes y judíos en diversas ocasiones, pero esta vez lo hizo como ministro y recibió críticas nacionales e internacionales.

Países árabes y musulmanes tildaron de «provocación» la visita, mientras que el Gobierno de Jordania convocó al embajador israelí para trasladarle personalmente su malestar por el «asalto».

A ojos de Jordania, que ejerce como custodio del lugar, el Gobierno israelí «tiene toda la responsabilidad de las consecuencias» que puedan derivar de las acciones del líder de Otzma Yehudit.

Por su parte, el primer ministro de Israel y líder del partido de derecha Likud, Benjamin Netanyahu, remarcó su compromiso con el mantenimiento del statu quo en el lugar sagrado.

Israel se hizo con el control de la Explanada de las Mezquitas y el resto de la Ciudad Vieja de Jerusalén durante la Guerra de los Seis Días (1967).

Sin embargo, permitió que Jordania siguiera manteniendo la autoridad religiosa en el lugar y, según el acuerdo de paz, reconoció el «papel especial» de Jordania sobre «los lugares santos musulmanes en Jerusalén».

El Monte del Templo, como lo conocen los judíos, o Al Aqsa o Noble santuario, para los musulmanes, es el primer lugar sagrado del judaísmo y el tercero del islam.

El statu quo que Ben Gvir amenaza con cambiar, solo permite a los musulmanes rezar en sus premisas, los judíos tan solo pueden visitar el complejo sin rezar a ciertas horas y en días específicos.