El senador republicano del estado de Kentucky, Rand Paul, pidió que el gobierno de Trump actúe con precaución tras el asesinato del general iraní Qasem Soleimani, para que no se desencadene una «guerra mayor».

En este sentido, el legislador recordó al estadista Henry Clay, cuyo hijo fue asesinado en la guerra que Estados Unidos mantuvo con México en la década de 1840 y tras la cual dijo: «Una declaración de guerra es el más alto y terrible ejercicio de la soberanía; ese poder tan enorme y tremendo no se debe confiar al ejercicio peligroso de un solo hombre».

“El Presidente Trump entiende viceralmente que el derrocamiento de Saddam Hussein hizo a Irán más fuerte. Soleimani, como Hussein, fue un hombre malvado que ordenó matar a estadounidenses. Sin embargo, la cuestión que queda es si su muerte llevará a una mayor o menor inestabilidad en el Medio Oriente”, manifestó Paul.

Para el senador, la cuestión fundamental ahora consiste en saber si el asesinato de Soleimani extenderá la guerra «para poner en riesgo las vidas de todo soldado y diplomático estadounidense en el Medio Oriente».

«Si vamos a ir a la guerra con Irán, la Constitución dicta que declaremos la guerra. Una guerra sin una declaración del Congreso, es una receta para generar erupciones intermitentes inútiles de violencia sin ninguna misión clara para nuestros soldados. Nuestros jóvenes hombres y mujeres en las fuerzas armadas merecen algo mejor”, agregó.

En contraposición, el presidente de la Fundación para la Defensa de las Democracias -un grupo neoconservador-, Mark Dubowitz, dijo que la muerte de Soleimani fue algo mucho más grande que la muerte de Osama bin-Laden.

En diálogo con la prensa estadounidense, Dubowitz expresó que “es como perder a tu comandante del Estado Mayor Conjunto, al director de la CIA y al ministro del Exterior al mismo tiempo”.