El Vaticano expresó este viernes su deseo de que el arresto del cardenal Joseph Zen, detenido el pasado miércoles por autoridades de Hong Kong y luego liberado bajo fianza, «no complique el ya complejo» camino de diálogo con las autoridades chinas.

«El deseo más concreto es que iniciativas como estas no compliquen el ya complejo y no simple camino de diálogo entre la Santa Sede y la Iglesia en China», planteó el secretario de Estado Vaticano Pietro Parolin en declaraciones a la prensa.

Parolin se refirió así al arresto y posterior liberación del obispo emérito de Hong Kong, de 90 años, acusado por las autoridades chinas de atentar contra la seguridad nacional.

«Quisiera expresar mi cercanía al cardenal que fue liberado y tratado bien», planteó Parolin, quien de todos modos se mostró «muy disgustado» por el episodio.

La liberación de Zen se produjo luego de que el Vaticano expresara «preocupación» por el arresto.

El Vaticano y China firmaron en 2018 un histórico acuerdo para normalizar la situación de la Iglesia en el país asiático, luego de más de medio siglo de convivencia de un sector que respondía a Roma y otro a las autoridades del Partido Comunista, conocido como la Iglesia Patriótica.

A través del acuerdo, los dos Estados, que de todos modos continúan sin tener relaciones diplomáticas, lograron un entendimiento para la designación conjunta de obispos desde entonces y convinieron el reconocimiento mutuo de los obispos que habían sido designados ya sea por Beijing sin aval de Roma, ya sea por el Vaticano sin consentimiento de la Iglesia Patriótica.

El acuerdo, firmado por dos años y cuyo texto se mantiene aún en secreto, fue renovado en 2020 y debería ser discutido nuevamente entre septiembre y octubre de este año.

Zen, uno de los más fuertes críticos del acercamiento entre China y el Vaticano, había sido arrestado junto a otras tres personas por entablar relaciones consideradas ilícitas con potencias extranjeras, según la Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong vigente desde julio de 2020 y que había sido duramente criticada por sectores autodenominados prodemocracia.

Junto al religioso fueron detenidos la artista canadiense-hongkonesa Denise Ho, la abogada Margaret Ng y la exlegisladora Cyd Ho, todos ellos también fideicomisarios del citado fondo, según el diario South China Morning Post.

De acuerdo con el diario digital HK01, el arresto del purpurado estaría ligado al trabajo del Fondo de Ayuda Humanitaria 612, una organización benéfica que ayuda con los gastos legales a presos políticos en Hong Kong.

El fondo que administraban las cuatro personas arrestadas fue creado en junio de 2019, al inicio de las movilizaciones, con el objetivo de ayudar a personas sin recursos detenidas o heridas durante su participación en las protestas.

Si bien el Vaticano es por el momento el único Estado europeo que mantiene lazos diplomáticos con Taiwán y no con China, el acercamiento de Roma a Beijing generó siempre fuertes críticas de Estados Unidos.

En ese marco, apenas conocida la detención de Zen, Washington reclamó a China la «liberación inmediata» de Zen y de los defensores de la democracia detenidos en Hong Kong con argumentos sobre la libertad de expresión.