En Estados Unidos el ejercicio fiscal finaliza en el mes de septiembre y marca que el primer déficit del Donald Trump es del 3,9% o del PIB frente al 3,5% del ejercicio anterior, siendo el mayor desde 2012.

El resultado se explica por el mayor déficit residente: los ingresos públicos se incrementaron 0,4% frente al 3,2% de subida del gasto público.

Luego de un período marcado por la bajada de impuestos, los ingresos aumentaron en 14.000 millones, o el 0,4%, esta tasa de crecimiento de los ingresos es la octava más baja en los últimos 50 años (aunque más adelante veremos que este ligero aumento no ha sido tal).

Por el lado de las erogaciones, el gasto público aumentó 127.000 millones con respecto al ejercicio fiscal 2017. Los intereses fueron la parte del presupuesto con mayor crecimiento, con un aumento de casi el 24% desde el año pasado. Otras áreas de gasto que crecieron significativamente fueron la Seguridad Social (4,5%) y la defensa (5,6%).

La Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO) estimó en abril que el déficit del año fiscal 2019 alcanzará casi el billón de dólares y no bajará de esa marca en el corto plazo. Ahora se proyecta que los déficits alcancen niveles vistos por última vez durante la Gran Recesión.

La legislación promulgada en el año fiscal 2018 añadirá 445.000 millones de dólares al déficit del próximo año. Así, la deuda federal del gobierno estadounidense pasaría del 86% del PIB hasta el 94%.

Los ingresos totales por impuestos federales son un 0,6% más altos en los primeros 11 meses del año fiscal 2018 (octubre a agosto) que en los primeros 11 meses del año fiscal 2017.

Los ingresos totales durante el período en cuestión han disminuido en un 1,6% en términos reales (ajustados por inflación). Medido en relación con el PIB, las estimaciones actuales muestran que los ingresos han caído un 4,1%.

En relación con los aumentos de ingresos que se esperaban anteriormente del crecimiento de la población, la inflación, el crecimiento de los salarios, los elementos estructurales del código tributario y otros factores, los ingresos tributarios disminuyeron en un 5,5%.