Los generales favoritos de los neoconservadores están listos a correr el riesgo de ir a la guerra contra Rusia, como consecuencia de la situación en Siria, según ellos para forzar una solución. Sin embargo, la solución que favorecen, si por algún milagro no diera como resultado la Tercera Guerra Mundial, resultará con toda certeza en que los terroristas se apoderen de Siria, tal y como sucedió con lo que hizo Estados Unidos en Libia e Iraq.

¿Cuatro opciones?

Según un informe de The Hill, se cree que sobre el escritorio del presidente Barack Obama hay cuatro opciones que consideran una intervención militar directa en la guerra en Siria.

Una sería imponer una zona restringida de vuelos sobre parte o sobre toda Siria. El teniente general de la Fuerza Aérea (r) Ralph Jodice, quien estuvo a cargo de la guerra aérea sobre Libia en el 2011, dijo que se necesitarían “unas 4 aeronaves ó 40 para imponerlo”. La arrogancia de esta propuesta se muestra en el hecho de que sus proponentes creen, como apunta The Hill, “que Rusia no se va a arriesgar a ir a la guerra contra EE.UU.”.

La segunda propuesta es el establecimiento de zonas seguras a lo largo de las fronteras de Siria con Turquía y Jordania. Esta la promueve en particular el general (r) Jack Keane, el arquitecto de la escalada en Iraq en el 2007 y el director de la junta directiva del Instituto de Estudios de la Guerra, neoconservador, y el general David Petraeus, ex comandante de la guerra en Iraq (entre otras cosas). Petraeus incluso piensa que el gobierno de Obama podría imponer dichas zonas solo con misiles crucero, según le dijo a Charlie Rose de PBS la semana pasada.

Bombardear bases aéreas

La tercera opción sería bombardear la Fuerza Aérea Siria en el terreno, en sus bases.

“En un sentido general, la forma más directa, simple y menos costosa sería destruir las capacidades de suministro de Siria, lo cual se puede hacer de una manera muy, muy rápida”, dijo el general retirado de la Fuerza Aérea David Deptula, un conocido utopista del poderío aéreo. Sin embargo, Deptula admitió que esta opción podría pasar a considerarse “actos de guerra” en contra de Siria. De nuevo, el flagrante doble rasero sobre los actos de guerra en contra de naciones soberanas.

La cuarta opción sería el abastecimiento de lanzadores portátiles de misiles antiaéreos, los llamados Manpads a los grupos de oposición. Keane es también el impulsor de esta opción. Alega que los grupos que recibirán las armas serían examinados de la misma manera en que lo fueron los que recibieron los misiles antitanques TOW, dijo mientras ignora los numerosos informes de dominio público que indican que los sistemas TOW al final terminaron en manos de grupos terroristas afiliados a Al-Qaeda.