Para frenar la inmigración ilegal, el gobierno francés presenta este miércoles un controvertido proyecto de ley que busca endurecer la política migratoria y de asilo y ha sido criticado incluso por miembros del partido del presidente Emmanuel Macron.

Este texto que prevé, entre otros, reducir a un máximo de seis meses el proceso de solicitud de asilo y facilitar la reconducción a la frontera de los inmigrantes que no hayan obtenido este amparo, será discutido en consejo de ministros, antes de ser enviado al parlamento en abril.

El proyecto, que según el primer ministro Edouard Philippe respeta los principios de «humanidad y eficacia», ha desatado una ola de críticas incluso dentro de la mayoría centrista -compuesta de personalidades de la derecha y de la izquierda moderadas- con voces que denuncian una ley demasiado «represiva».

La medida que más críticas ha recibido es el aumento del periodo de retención administrativa de los inmigrantes en proceso de expulsión que pasaría a 90 días, el doble del límite actual.

Como muestra del descontento, el personal de la Corte Nacional del Derecho de Asilo en Francia (CNDA) y la Oficina Francesa de Protección de Refugiados y Apátridas (OFPRA) convocaron para este miércoles una huelga contra este proyecto de ley que los sindicatos ven como «una ruptura incuestionable con la tradición de asilo de Francia».