La aviación israelí bombardeó este sábado un puesto en la Franja de Gaza del movimiento islamista Hamas, que gobierna de facto el enclave, “en respuesta al lanzamiento de globos con artefactos explosivos hacia Israel”, informó un comunicado militar.

«Un grupo de globos que transportaba un dispositivo explosivo fue lanzado desde la Franja de Gaza hacia territorio israelí. No se informó de heridos o daños», detalló la nota.

Testigos y medios palestinos informaron que los ataques aéreos israelíes alcanzaron tres puestos de observación del movimiento islamista y su brazo armado, Brigadas Azedín al Qasam, en la ciudad de Gaza, la zona central de Deir Al Balah y en la zona sur de Rafah, cercana a la frontera con
Egipto, informó la agencia de noticias EFE.

El viernes por la noche, en tanto, en uso excesivo de la fuerza contra manifestantes pacíficos en el 49º viernes de la Marcha de Vuelta y Desaparición, las fuerzas israelíes hirieron a 83 civiles, entre ellos 23 niños, una mujer, tres paramédicos y un periodista. en el este de la Franja de Gaza. La herida de tres de los civiles heridos se reportó grave.

De acuerdo con las observaciones de los trabajadores de campo de PCHR, las fuerzas israelíes que se encontraban en posiciones propensas y en jeeps militares a lo largo de la cerca con Israel continuaron usando fuerza excesiva contra los manifestantes abriendo fuego y disparando latas de gas lacrimógeno contra ellos.

Como resultado, docenas de manifestantes fueron alcanzados con balas y latas de gas lacrimógeno sin representar ninguna amenaza o peligro inminente para la vida de los soldados.

Estas nuevas violaciones se producen un día después de que la Comisión Independiente de Investigación de las Naciones Unidas para investigar las violaciones cometidas en el OPTO, publicara sus conclusiones y resultados durante el período comprendido entre el 30 de marzo y el 31 de diciembre de 2018.

Estos incidentes confirman que Israel continúa violando las normas del derecho internacional humanitario y el derecho internacional de los derechos humanos.

La volatilidad en la línea divisoria ha generado desde hace un año siete picos de violencia con el disparo masivo de proyectiles desde Gaza y bombardeos israelíes de represalia, contenidos por frágiles treguas.

El último alto el fuego de noviembre entre Israel y las milicias palestinas, mediado por Egipto, redujo también el lanzamiento de globos y cometas incendiarias y los incidentes que se suelen producir en la frontera, como el sabotaje de la valla o las infiltraciones.

Israel hace responsable a Hamas, considerado organización extremista también por la Unión Europea (UE) y Estados Unidos, de estos sucesos, ante los que ha aplicado medidas de presión como bloquear los fondos cataríes para la Franja o reducir el área de pesca.

Desde que comenzaran las protestas en marzo de 2018, 260 palestinos han muerto, según cifras del Ministerio de Salud de Gaza, además de un soldado israelí junto a la Franja y otro en una operación del Ejército encubierta dentro del enclave.