El ministerio del Interior de Kenia aseguró hoy haber desbaratado el plan de un grupo extremista con presuntos vínculos con el Estado Islámico (EI) para atentar con ántrax contra varios objetivos en el país, informó hoy la prensa local.

«Los sospechosos estaban planeando un ataque a gran escala parecido al del centro comercial Westagte. Su red incluía expertos médicos con quienes planeaban realizar un ataque biológico en Kenia utilizando ántrax», declaró el inspector general de la Policía, Joseph Boinett.

Sin brindar muchos detalles, el gobierno keniano se limitó a señalar que el ataque había sido planeado por un «grupo terrorista sin identificar» que tiene su base en el este de África, pero que mantiene vínculos con Libia y Siria, países a los que habría mandado jóvenes reclutas.

Boinett explicó que uno de los sospechosos es Mohammed Abdi Ali, detenido después de que las fuerzas de seguridad frustraran un ataque previsto para el pasado 29 de abril, reportó la agencia de noticias EFE.

Otros dos sospechosos siguen en paradero desconocido y la Policía, que los ha identificado como Ahmed Hish y Farah Dagane, ha ofrecido una recompensa de dos millones de chelines (unos 20.000 dólares) por cualquier información que lleve a su detención.