Un tribunal de Seúl ordenó hoy la detención inmediata de la ex presidenta surcoreana Park Geun-hye por su participación en la trama de corrupción de la «Rasputina», y fue puesta bajo arresto de inmediato, después de una maratónica sesión de casi nueve horas.

Park se convirtió así en el tercer ex jefe de Estado surcoreano en ser detenido tras el general Chun Doo-hwan y Roh Tae-woo.

La orden de prisión preventiva fue pedida el pasado lunes por los fiscales y el tribunal decidió autorizarla tras la comparecencia de Park, que respondió ante los jueces.

Park, que aguardaba la decisión en la oficina de la fiscalía, fue detenida de manera inmediata acusada de abuso de autoridad, coerción y filtración de documentos oficiales.

Por motivos de seguridad, Park llegó en automóvil a la Fiscalía del Distrito Central de Seúl, contiguo a la Corte del Distrito Central.

En la Corte, defendió su inocencia ante el juez en las nueve horas que duró la sesión, iniciada a las 10.30 hora local (22.30 del miércoles, hora argentina).

La transmisión por la TV surcoreana del momento en que la ex presidenta, de 65 años, era escoltada por dos agentes de la policía femenina hacia un automóvil oficial negro permitió ver su cansancio tras la larga sesión, consignó la agencia surcoreana Yonhap.

Park esperó el veredicto en una unidad de detención temporaria en el décimo piso del edificio, informaron las agencias Xin Hua y el periódico digital local Chosun Ilbo.

La ex mandataria surcoreana, de 65 años, perdió su inmunidad presidencial el pasado 10 de marzo cuando el Tribunal Constitucional ratificó su destitución, que había sido aprobada por mayoría parlamentaria en diciembre.

El anterior récord en un proceso similar lo ostentaba hasta ahora el heredero del grupo Samsung, Lee Jae-yong, que el pasado 16 de febrero debió pasar siete horas y media en la sala del tribunal antes de ser detenido por sus lazos con esta misma trama de corrupción.

Park fue destinada al mismo centro de detención del sur de Seúl donde se encuentran Lee y su amiga Choi Soon-sil, apodada la «Rasputina», considerada la cerebro de la trama y el eje sobre quien gira el resonante escándalo de corrupción, por su influencia sobre la ex presidenta.

La fiscalía, que ya interrogó a Park la semana pasada durante 21 horas seguidas, consideró que la ex presidenta confabuló con Choi para crear una red que extorsionaba a empresas a cambio de un trato de favor por parte del gobierno.

De este modo, los investigadores la consideran sospechosa de 13 delitos, entre ellos abuso de poder, coacción, revelación de secretos de Estado o soborno, este último castigado por la ley surcoreana con un mínimo de 10 años de prisión y hasta con cadena perpetua.

El caso de la «Rasputina» degeneró en protestas masivas en el país durante varios meses y terminó con la primera destitución de un presidente en Corea del Sur desde que se volvieron a celebrar elecciones democráticas en 1987.

Una treintena de personas están imputadas por esta causa, que salpica también a 53 empresas, entre ellas gigantes como LG, Hyundai o Samsung.

Tras la detención de Park, los investigadores tienen ahora otro plazo máximo de 20 días para continuar con sus pesquisas antes de presentar cargos formales contra la ex presidenta de Corea del Sur, precisó la agencia de noticias EFE.

La destitución de Park, la primera mujer que consiguió convertirse en presidenta de este país asiático, provocó el adelanto de las elecciones presidenciales, que se celebrarán el próximo 9 de mayo.