La frecuencia de los ataques contra las instalaciones médicas de Gaza no tiene precedentes en la historia de los conflictos, aseguró hoy la vocera de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Harris. «Parece ser la peor situación que hemos enfrentado. Es algo que supera lo que vimos en Sudán o Ucrania», aseguró Harris en conferencia de prensa en Ginebra,

Hasta ahora, según la OMS, se registraron 250 ataques contra las instalaciones médicas en el territorio palestino, los que provocaron la muerte de 521 personas. El doctor Mohamad Abu Salmiya, director del centro de salud Al Shifa de Ciudad de Gaza, informó hoy que los cuerpos de 179 personas fueron enterrados en una «fosa común».

El mayor hospital de la Franja de Gaza, que se encuentra rodeado por tropas israelíes, se quedó sin luz desde el sábado por falta de combustible en el territorio palestino, debido al bloqueo que impone Israel sobre el enclave. A raíz de ello, unas 29 personas hospitalizadas en la unidad para pacientes graves murieron.

También el fin de semana, médicos de Al Shifa indicaron que varios bebés prematuros murieron por la interrupción de su tratamiento debido a los cortes de energía y que otros 37 se hallaban «en riesgo real». Un periodista que colabora con la agencia de noticias AFP que está en el interior del recinto afirmó que el olor de los cadáveres en descomposición es insoportable.

La atención internacional se centra en varios hospitales del norte de Gaza donde cientos de pacientes, trabajadores médicos y desplazados siguen atrapados mientras Israel acusa a Hamas de utilizarlos para lanzar ataques y ocultar túneles donde tiene sus posiciones militares, lo que el movimiento niega, afirmando que está dispuesto a recibir a «un equipo internacional» para investigar.

A finales de octubre, las tropas israelíes entraron en Gaza como represalia del grupo Hamas, para destruir la infraestructura y rescatar a los rehenes. Desde el 9 de octubre Israel mantiene el enclave palestino sin suministros básicos (electricidad, combustible y agua potable) y emplaza a cientos de miles de civiles a desplazarse hacia el sur de la Franja, adonde la ayuda humanitaria internacional llega a cuentagotas estos días a través del paso de Rafah, en la frontera con Egipto.

Las hostilidades israelíes causaron más de 11.500 muertos, incluyendo unos 4.600 niños, y más de 29.000 heridos en la Franja de Gaza, según datos oficiales. En tanto, numerosos países llamaron a Israel y Hamas a establecer un alto el fuego; entretanto se multiplican las voces a favor de una solución de dos Estados como única vía posible para lograr una paz duradera en la región.