China supone un desafío a la seguridad e intereses de la OTAN con sus «ambiciones declaradas y políticas coercitivas», afirma el nuevo Concepto Estratégico de la alianza, un documento que redefine sus estrategias y que fue actualizado este miércoles en el marco de la cumbre que se realiza en Madrid.

«Las ambiciones declaradas y las políticas coercitivas de la República Popular China desafían nuestros intereses, seguridad y valores», sostiene el documento que debe guiar a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en los próximos años.

China «emplea una amplia gama de herramientas políticas, económicas y militares para aumentar su presencia global y proyectar poder, al tiempo que mantiene la opacidad sobre su estrategia, sus intenciones y su acumulación militar», argumenta la alianza.

El documento también sostiene que China «busca controlar sectores tecnológicos e industriales clave, infraestructuras críticas y materiales estratégicos y cadenas de suministro. Utiliza su influencia económica para crear dependencias».

La OTAN acusa asimismo a Beijing de trabajar con Rusia para minar el orden internacional, consignó la agencia de noticias AFP.

«La profundización de la asociación estratégica entre la República Popular China y la Federación Rusa y sus intentos de socavar el orden internacional son contrarios a nuestros valores e intereses», sentencia la alianza.

Con su inclusión en el Concepto Estratégico, la OTAN orienta por primera vez su mirada al gigante asiático, aunque el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, había dicho que «China no es un adversario».

«Pero, por supuesto – añadió – hemos de tener en cuenta las consecuencias para nuestra seguridad cuando vemos que China invierte fuertemente en poder militar moderno, misiles de largo alcance, o armas nucleares, e intenta también el control de infraestructuras estratégicas, por ejemplo el 5G», la red de telefonía de última generación.

Reflejo de este cambio de mirada, a la cumbre Madrid de la OTAN fueron invitados por primera vez países cercanos geográficamente a China como Corea del Sur y Japón.