La precandidata presidencial republicana de Estados Unidos, Nikki Haley, renunció a continuar con la campaña electoral después de que haya recogido flacos resultados en las primarias de su partido realizadas durante el Supermartes.

«Ha llegado el momento de suspender mi campaña. Dije que quería que las voces de los estadounidenses fueran escuchadas. Ya lo he hecho. No me arrepiento de nada», declaró la ahora ex candidata durante una intervención en la ciudad de Charleston, en Carolina del Sur.

Más adelante expuso: «Ahora le toca a Donald Trump ganarse los votos de quienes en nuestro partido y fuera de él no le apoyaron. Y espero que lo haga», afirmó sin explicitar su apoyo.

De esta manera, el magnate inmobiliario tiene allanado el camino hacia la formal nominación presidencial del Partido Republicano de cara a las elecciones generales que se llevarán a cabo en el mes de noviembre.

Haley había triunfado en las primarias de Washington DC el pasado domingo y en el Estado de Vermont en el contexto del Supermartes.

La ex aspirante a la Casa Blanca había prometido seguir su carrera de las primarias hasta el Supermartes después de haber sido derrotada el 25 de febrero en la tierra que gobernó durante seis años, Carolina del Sur.