La Comisión Europea autorizó el plan de 600.000 millones de euros (676.000 millones de dólares) dispuesto por el Gobierno alemán para ayudar a empresas afectadas por la pandemia de coronavirus.

El objetivo del llamado Fondo de Estabilización diseñado por Berlín es proporcionar capital a las empresas que se han visto en dificultades durante la crisis, reportó DPA.

Con este fin, habrá un marco de garantía de 400.000 millones de euros para ayudar a las empresas a refinanciarse en el mercado de capitales.

Además, se destinarán 100.000 millones de euros para la recapitalización directa de empresas, y otros 100.000 millones para refinanciar los programas especiales del banco de desarrollo KfW (Kreditanstalt für Wiederaufbau).

La Comisión ya había aprobado los 100.000 millones de euros para la refinanciación de las medidas de ayuda estatal.

El Gobierno alemán quiere ayudar entre otras empresas a la aerolínea Lufthansa, en una situación muy delicada debido a las restricciones de viajes por la pandemia.

Las autoridades europeas relajaron recientemente las normas de ayuda estatal por la pandemia, pero siguen atentos a que los paquetes de ayuda no den lugar a distorsiones desproporcionadas de la competencia en el mercado interno.

Entre los requisitos figura que las empresas recapitalizadas por el Estado ya no puedan pagar dividendos o bonificaciones.

La opinión de Merkel

La canciller alemana defendió este miércoles el acuerdo entre los países de la Unión Europea (UE) para superar la crisis económica provocada por el coronavirus y dijo que el plan de recuperación de la economía del bloque «no es un gesto humanitario, sino una inversión sostenible».

«La Unión Europea enfrenta el reto más inmenso de su historia», afirmó Merkel ante el pleno del Parlamento Europeo en Bruselas, donde presentó las prioridades de la Presidencia pro-témpore alemana del Consejo, iniciada el 1 de julio.

La Canciller insistió en que el bloque comunitario saldrá de la crisis «si hay voluntad” de superar sus diferencias y “buscar soluciones comunes, de ver el mundo con los ojos del otro», informó la agencia de noticias EFE.

El viaje de Merkel a Bruselas se realiza a menos de diez días de la próxima cumbre de líderes europeos que se celebrará los días 17 y 18 de julio, y será la primera presencial desde el mes de febrero.

En ella, los veintisiete presidentes o jefes de Estado tratarán de acordar el presupuesto comunitario para los próximos siete años y el plan de recuperación de la economía europea tras la pandemia.

La Comisión Europea propuso un volumen de 1,1 billones de euros para el presupuesto y de 750.000 millones para el fondo, pero durante la cumbre se pondrán sobre la mesa diferentes intereses y posturas en relación a estos montos, así como las condiciones para su desembolso, puntos sobre los que hasta el momento no existe consenso.

Merkel insistió en la importancia de cerrar un acuerdo antes del receso estival y recalcó que será necesario ceder y que se vean «compromisos» de todas las partes para lograr un acuerdo sobre el multimillonario paquete presupuestario.

«Queremos alcanzar un acuerdo rápidamente. Ya hemos visto la convulsión en la economía, no podemos malgastar más el tiempo», dijo Merkel.

En aras de allanar un acuerdo en esa cumbre, la canciller mantendrá esta tarde un encuentro con los presidentes de las tres instituciones europeas principales: la de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el del Consejo Europeo, Charles Michel; y el de la Eurocámara, David Sassoli.

La visita de Merkel a Bruselas supone el primer viaje al extranjero de la canciller desde el inicio de la pandemia, una crisis en la que, confesó, le ha resultado especialmente difícil imponer medidas restringiendo la libertad de sus ciudadanos.

Merkel recordó los más de 100.000 fallecidos en Europa a causa del coronavirus y mencionó a las miles de personas que han vivido esta crisis solos y no han podido despedirse de sus seres queridos que murieron.