Cientos de miles de surcoreanos marcharon hoy por todo el país por cuarto fin de semana para exigir la renuncia de su presidenta, Park Geun-hye, mientras la Justicia se prepara a presentar cargos contra una mujer acusada de enriquecerse gracias a su amistad con la mandataria.

Un sábado más, el clamor popular se hizo evidente y los carteles rojos y letras blancas con el mensaje «Park Geun-hye dimisión» inundaron las nuevas protestas convocadas por los partidos de la oposición y más de mil organizaciones civiles.

Las movilizaciones coincidieron con el anuncio hecho hoy por la Fiscalía de que en las próximas horas presentará cargos contra Choi Soon-sil, la amiga íntima de la presidenta en el centro de la polémica por supuestamente haberse enriquecido gracias a su relación con la mandataria.

El principal foco de las marchas pacíficas se volvió a concentrar en Seúl, donde las imágenes aéreas mostraban la céntrica plaza del Ayuntamiento y la monumental avenida de Gwanghwamun repletas de gente de todas las edades y en medio de una enorme presencia policial.

Mientras la policía estimó en 155.000 los asistentes, los organizadores calcularon 500.000 personas, en comparación con el millón de manifestantes que se congregaron el pasado sábado en Seúl, en la que se considera la mayor protesta de la historia democrática del país.

En el centro de la capital, se oyeron discursos y las insistentes peticiones de dimisión de los asistentes durante horas, mientras que las velas iluminaron una multitudinaria vigilia anti presidencial una vez que anocheció, informó la agencia de noticias EFE.

También hubo concentraciones en otras ciudades como Busan, Daegu, Gwangju y Ulsan, que evidenciaron que la indignación no cesa en el país un mes después de que saltara el conocido como «Choi Soon-sil Gate», en referencia la misteriosa amiga de la presidenta conservadora.

Choi Soon-sil, a pesar de no ostentar ningún cargo público, presuntamente modificó los discursos de Park, intervino de forma oculta en asuntos de Estado y captó fondos de forma ilícita utilizando su influencia para después quedarse con parte de ellos.