Los «chalecos amarillos» se movilizaron hoy en las principales ciudades de Francia sumándose a la huelga indefinida convocada por sectores sociales y laborales en protesta contra un proyecto oficial para reformar las pensiones.

La marcha de los «chalecos amarillos» cumple este sábado su semana 56 del movimiento y partió del Ministerio de Finanzas francés hacia la Puerta de Versalles, en la capital parisina mientras que también hay manifestaciones convocadas en Mans, Laval o Lons-le-Saunier, en Marsella y en Burdeos.

La protesta se produce en el marco de la huelga de transportes, que cumple su tercer día consecutivo en oposición al proyecto del Gobierno del presidente Emmanuel Macron en su intención de reformar el sistema de pensiones, unos de los baluartes del Estado de bienestar francés.

Según informaron los medios internacionales, el secretario federal de la Federación de Sindicatos de Trabajadores/as del Ferrocarril (SUD-Rail), Eric Meyer, advirtió que la convocatoria se va a mantener hasta que el Gobierno anuncie que se retira el proyecto de ley de reforma de las pensiones.

Meyer destacó la «histórica movilización», una huelga mayoritaria en los ferrocarriles con participación en movimientos interprofesionales «muy masivos».

La movilización social comenzó luego de conocerse la reforma de las pensiones planteada por Macron, que aspira a unificar a más de 40 esquemas contemplados actualmente por un único marco que, según el presidente, favorecería la igualdad entre los trabajadores.

Los sindicatos expresaron su preocupación debido a que el cálculo de las pensiones se haga en virtud de los ingresos obtenidos en toda la vida laboral y la suspensión de planes de prejubilación para funcionarios como trabajadores del transporte público y personal médico, aunque todavía el Gobierno no terminó de concretar su proyecto.

Por su parte, los camioneros realizaron movilizaciones, bloqueos y marchas lentas en al menos 15 puntos para protestar contra el aumento de los impuestos sobre el diésel.

«El gobierno debe escuchar la ira de los transportistas y trabajar con la profesión en el financiamiento de infraestructura», indicó la Organización de los Transportistas en Ruta Europeos (OTRE) en un mensaje publicado en Twitter.