Luis Arce Catacora asumió durante el mediodía de este domingo como presidente constitucional de Bolivia al prestar juramento ante la Asamblea Legislativa Plurinacional, en una ceremonia que pone fin al interinato de facto iniciado hace un año con la renuncia forzada de Evo Morales.

Vestido con traje azul y camisa clara, sin corbata, Arce puso su mano derecha sobre el corazón para jurar “por los próceres de la independencia, por nuestra Madre Tierra, por los dioses de nuestros ancestros, por nuestras hermanas y hermanos que dieron la vida por la democracia y por la igualdad entre todos los seres, desempeñar las altas funciones como presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, en estricto cumplimiento de la Constitución Política del Estado y las leyes del Estado Plurinacional de Bolivia”.

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El “sí, juro” con que Arce respondió a la extensa fórmula desató un ola de aplausos y gritos de “jallalla” (viva en idioma aimara), mientras el vicepresidente, David Choquehuanca, quien asumió minutos antes ataviado con grandes banderas de Bolivia y Wipalas y condujo la Asamblea Legislativa, completaba el juramento.

“Si así lo hace, que nuestros próceres de la liberación, que nuestros héroes contra el Estado colonial y el pueblo boliviano lo premie, caso contrario lo castigue. Queda, hermano, usted posesionado como presidente del Estado Plurinacional de Bolivia”, completó Choquehuanca entre los aplausos de todo el recinto.

En los balcones del lugar estaban el rey de Espala, Felipe VI, junto al vicepresidente de su país, Pablo Iglesias; y los presidentes de Argentina, Alberto Fernández; Paraguay, Mario Abdo Benítez, y Colombia, Iván Duque.

Además, estuvieron presentes delegaciones de Chile, República Dominicana, Venezuela, Perú, Estados Unidos, Uruguay, Japón, Rusia y Nicaragua.

Fuente: Télam.

Tras la jura, Choquehuanca le colocó la banda presidencial tricolor y la medalla de presidente, con una cinta con los mismos colores de la bandera de Bolivia, y todos cantaron el himno, en un clima de emoción, con el puño izquierdo en alto.

Bolivia no presenciaba una transmisión de mando de un presidente saliente a uno electo desde el año 2006, cuando el presidente transitorio Eduardo Rodríguez Veltzé traspasó la presidencia a Evo Morales.

Para esta oportunidad la Cancillería extendió cerca de 120 invitaciones a jefes de Estado y organismos internacionales para la asunción del presidente electo Luis Arce.

Los actos de la transmisión de mando comenzaron esta mañana con la k’oa a la Pachamama a las 7 en la céntrica Plaza Murillo, en La Paz. Se trata de una ancestral y colorida ceremonia religiosa.

Después, las delegaciones oficiales llegaron a la Asamblea Legislativa, mientras que celebración concluyó con un desfile popular y con danzas autóctonas folklóricas.

Una vez finalizada la ceremonia, Arce y Choquehuanca ofrecieron a las delegaciones internacionales un almuerzo compuesto por platos de la gastronomía boliviana.

Fuente: Télam.

Por fuera de este clima festivo, la decisión de Áñez de partir el sábado hacia su región del Beni para no entregar el mando al presidente del Movimiento Al Socialismo (MAS) marca la tensión en que transitarán al menos los primeros tiempos del nuevo Gobierno.

“He vuelto al Beni, a mi hogar, los que hoy me están acosando, tendrán tiempo. Aquí me quedo, a seguir aportando desde el lugar que me toque, tengo causas, defenderé los bonos y la democracia”, escribió Áñez en su cuenta de Twitter.

En este contexto, el Ministerio Público de La Paz ordenó una alerta migratoria para evitar que los exministros interinos de Interior y Defensa, Arturo Murillo y Fernando López, salgan del país por no responder en un juicio abierto en su contra por corrupción.

En Santa Cruz de la Sierra, la ciudad más poblada y rica de Bolivia y la cuna de la oposición que alentó un levantamiento en 2019 para forzar la caída de Evo Morales, el Comité Cívico emprendió paros de protesta por el presunto fraude, sobre el que no presentaron pruebas, en el resultado de la elección en la que el MAS obtuvo el 55,1% de los votos.

Ceremonia ancestral: recuerdo a los muertos de Sacaba y Senkata

La jornada de asunción del nuevo Gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS) comenzó a las 7 de la mañana con una ceremonia ancestral en la Plaza Murillo, en La Paz, y se recordó a los muertos en las masacres de Sacaba (Cochabamba) y Senkata (El Alto), tras la destitución de Evo Morales, en noviembre de 2019.

El Consejo Nacional de Amautas y Guías Espirituales inició los actos protocolares de posesión del presidente Luis Arce y del vicepresidente David Choquehuanca pidiéndole a la Pachamama y al Tata Inti unidad, reconciliación entre los bolivianos y sabiduría a los nuevos gobernantes para sacar adelante al país y recuperarlo de la crisis que se encuentra sumido en la actualidad.

“Jamás será pisado el poncho, somos dueños legítimos de la Patria, los inquilinos nos quisieron engañar pero no somos vengativos, los perdonamos, pero debemos reconciliarnos y espero que reflexionen”, manifestó el Abuelo Lucas, presidente vitalicio del Consejo de Amautas Ancestrales de Tiwanaku.

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A su vez, Mama Lupe pidió recordar a las personas fallecidas durante las intervenciones ordenadas por el Gobierno de Jeanine Áñez y afirmó que sus muertes no serán en vano ya que el país los recordará por siempre.
Luis Arce Catacora agradeció a las autoridades ancestrales por sus deseos y pedidos, según informó el equipo de prensa del nuevo Gobierno.

“Agradecemos a los Amautas y Mama T’allas que desde tempranas horas de la mañana, en Plaza Murillo, prepararon el ritual de ofrenda y agradecimiento a la Pachamama. Recibimos las bendiciones de la Madre Tierra en esta nueva etapa en #Bolivia. #VamosASalirAdelante”, afirmó mediante sus redes sociales.

Ha llegado la esperanza, el tiempo del nuevo Jacha Uru, tiempo para recuperar la dignidad y la identidad de nuestro pueblo. ¡Jallalla #Bolivia!, manifestó por su parte el vicepresidente electo David Choquehuanca, por el mismo medio. Jallalla, en aimara, significa viva.

Luego de los discursos de unidad, las autoridades ancestrales llevaron a cabo el ritual con la tradicional Wajta, que es el encendido de una hoguera que simboliza la ofrenda realizada a la Madre Tierra, para pedir permiso y que las nuevas autoridades tengan gobernabilidad y conduzcan a los bolivianos hacia la paz y la prosperidad.