«En este grave momento que vive la Nación» el presidente Macron va a consultar «al conjunto de las fuerzas políticas (…) y sociales, para escuchar sus voces, sus propuestas (…) y movilizarlas para actuar», según el palacio presidencial del Elíseo.

El presidente inició el lunes por la mañana una reunión en el Elíseo con 37 personas, entre ellas el primer ministro Edouard Philippe y 12 miembros del gobierno, así como con sindicalistas, miembros de la patronal, presidentes de la Asamblea Nacional y el Senado y responsables locales.

Macron va a presentar «medidas concretas e inmediatas», según la ministra de Trabajo Muriel Pénicaud. Se habla de un aumento de la pensión mínima de vejez, o una prima de movilidad para quienes usan el coche para ir a trabajar.

Su intervención es considerada decisiva, 48 horas después de la cuarta jornada de protestas de los «chalecos amarillos», modestos franceses sublevados contra la política fiscal y social del gobierno.

Macron, muy impopular, insultado en las manifestaciones donde se pide su dimisión, y que afronta la degradación de la economía francesa debido a los bloqueos de carreteras y cierre de comercios, necesita una vía de salida para apaciguar la cólera que ha ganado a parte del país desde hace más de tres semanas.