Israelíes y palestinos continuaron esta madrugada intercambiando fuego mientras Egipto, habitual mediador en el conflicto, trabaja para poner fin a este nuevo estallido que en cuatro días ha dejado 31 muertos, varios de ellos niños.

La violencia estalló el martes después de que Israel atacara preventivamente varios objetivos de la Yihad Islámica, una organización palestina considerada «terrorista» por Estados Unidos y la Unión Europea (UE).

Durante la madrugada de este viernes los bombardeos israelíes contra la Franja de Gaza y el lanzamiento de cohetes desde el enclave hacia Israel continuaron, aunque con menor intensidad, según la agencia de noticias AFP.

Israel precisó que atacó varias instalaciones militares y plataformas de lanzamiento de cohetes de la Yihad Islámica.

Según testigos, tres ataques israelíes golpearon la ciudad de Rafah, en el sur de la Franja de Gaza.

En las localidades israelíes cercanas al enclave las sirenas de alerta sonaron durante todo el día sin que recibieran el impacto de cohetes.

Estos proyectiles usados por los grupos armados palestinos, son un tipo de munición autopropulsada no guiada. En general, son interceptados por Israel en el aire con su sistema de misiles autodefensivos.

Pese a que el intercambio de fuego continuó esta madrugada, fuentes cercanas a las negociaciones, aseguran que Egipto ha logrado el inicio de una desescalada.

Mohammed al Hindi, responsable del buró político de la Yihad Islámica, está en El Cairo desde ayer y dijo esperar que las conversaciones con vistas a una tregua «concluyan hoy».

«Esperamos obtener un acuerdo honroso que refleje los intereses de nuestro pueblo y de la resistencia», expresó el líder del grupo armado.

Desde el inicio de su operación, el ejército israelí dijo haber golpeado 170 objetivos de la Yihad Islámica.

Una fuente del movimiento indicó que «una de las condiciones más importantes para un alto el fuego es que Israel ponga fin a los asesinatos en Gaza y en Cisjordania».

En la ciudad de Gaza, las calles estaban hoy vacías y la mayoría de los comercios cerrados.

El ministerio de Salud de este territorio gobernado por el movimiento de resistencia islamista Hamas informó de 30 muertos, entre ellos varios niños, y más de 90 heridos desde el martes.

Entre los muertos se cuentan también cinco comandantes militares de la Yihad Islámica atacados por Israel, y otros combatientes de este movimiento y del Frente Popular para la Liberación de Palestina, otro grupo armado.

En Israel, una persona murió este jueves en Rehovot, una localidad al sur de Tel Aviv, a causa de un cohete que golpeó un edificio de viviendas, dijo la policía.

Según el Ejército, 866 cohetes fueron disparados hacia Israel, de los que 260 fueron interceptados por el sistema de defensa antiaérea.

El 25 % de los cohetes cayó en territorio gazatí, lo que causó cuatro muertos, tres de ellos menores de edad, agregó el Ejército israelí.

Este jueves, la UE pidió un alto el fuego «inmediato» y Washington animó a las partes a evitar la muerte de civiles y a rebajar la violencia.

La Franja de Gaza es un empobrecido territorio palestino donde viven 2,3 millones de personas bajo un estricto bloqueo israelí, impuesto en 2007, cuando Hamas se hizo con el control del enclave.

Desde 2008, Gaza ha sido escenario de varias guerras con Israel. En agosto de 2022, los enfrentamientos entre Israel y la Yihad Islámica dejaron 49 palestinos muertos, entre ellos al menos 19 niños, y cuatro israelíes heridos, según la ONU.

Los bombardeos arrancaron durante una tregua en vigencia desde la semana pasada, tras el disparo de más de un centenar de cohetes en uno de los momentos más tensos entre israelíes y palestinos en las últimas semanas a raíz de la muerte en prisión durante una huelga de hambre de Jader Adnan, un alto cargo de Yihad Islámica.

Israel dice que la ofensiva «Escudo y Flecha» en la Franja de Gaza, un estrecho territorio enclavado dentro de Israel, en la costa del mar Mediterráneo, no está dirigida contra Hamas.

Hamas, que es mucho más poderoso que Yihad Islámica y resistió cuatro grandes ofensivas israelíes en Gaza desde 2007, por ahora expresó sólo solidaridad con el otro movimiento islamista palestino.

Pero había temores de que pudiera sumarse a la lucha si la violencia continúa.