Decenas de miles de personas salieron  a las calles de París para protestar contra la reforma laboral aprobada por decreto por el presidente francés, Emmanuel Macron, convocados por el líder izquierdista Jean-Luc Mélenchon.

Mélenchon se situó a la cabeza de la marcha junto a otros de los diputados de su formación, la Francia Insumisa, como se podía ver en la foto que colgó en su cuenta de Twitter, con el mensaje: «¡Resistencia!» y «bravo a todos los asalariados en lucha por nuestros derechos».

La proclama de esta jornada de protesta, que toma el relevo de las dos convocadas por varias organizaciones sindicales -y sobre todo la Confederación General del Trabajo (CGT)- el 12 y el 21 de septiembre, es «contra el golpe de Estado social».

Con ese mensaje, los convocantes quieren decir que Macron no tiene legitimidad para llevar a cabo -aunque figuraba en su programa- la flexibilización del mercado laboral que firmó ayer, en la medida en que su victoria electoral en mayo se debió en parte a votantes de izquierda que le apoyaron para evitar la victoria de la ultraderechista Marine Le Pen.

También se oponen a otras medidas, como la reducción de las ayudas a la vivienda o la entrada en vigencia del acuerdo de libre comercio entre la Unión Europea y Canadá (Ceta).

Las protestas contra la reforma laboral, que a partir entró en vigor, se prevé que continúen a partir del lunes con una huelga de algunos sindicatos de camioneros que tienen intención de bloquear, en particular, depósitos de combustible para afectar a la actividad económica.