Un conocido prisionero palestino murió este martes en una cárcel israelí tras casi tres meses de huelga de hambre, lo que desencadenó disparos de cohetes desde Gaza hacia Israel y convocatorias a protestas en medio de tensiones ya de por sí altísimas entre israelíes y palestinos.

Khader Adnan, de 45 años y miembro del movimiento islamista Yidah Islámica, había sido encarcelado numerosas veces por Israel y había realizado ya varias huelgas de hambre en protesta contra las detenciones masivas de palestinos por parte de Israel sin cargos ni juicios.

El Ejército de Israel dijo que milicianos palestinos de la Franja de Gaza lanzaron 22 cohetes hacia territorio israelí en horas de la tarde, y que un hombre de 25 años resultó seriamente herido en uno de los ataques.

Cuatro de los cohetes fueron interceptados por el sistema anticohetes israelí, dijo el Ejército, que por la mañana había informado del lanzamiento de varios otros cohetes desde Gaza luego de conocida la muerte de Adnan, todos ellos caídos en descampados.

El Ejército israelí dijo que respondió a los ataques con disparos de tanques hacia la Franja de Gaza, el territorio costero palestino gobernado por el movimiento islamista palestino Hamas que ha sido blanco de varias ofensivas israelíes desde 2008.

Adnan se convirtió en el primer palestino que muere preso en Israel durante una huelga de hambre de larga duración.

Se encontraba en huelga de hambre desde su arresto el 5 de febrero de 2023, período en el que se negó a hacerse controles médicos, informó el Servicio de Prisiones de Israel en un comunicado.

Fue encontrado muerto en su celda de una cárcel de la ciudad israelí de Ramla, agregó el organismo penitenciario israelí.

Los palestinos llamaron a una huelga general y convocaron protestas para la tarde en los territorios de Cisjordania y la Franja de Gaza.

En tanto, la Yihad Islámica advirtió en un comunicado: «Nuestra lucha continúa y no se detendrá».

La muerte de Adnan llega en momentos en que Israel está dirigido por el gobierno más derechista de su historia, liderado por el primer ministro Benjamin Netanyahu.

Las prisiones y los presos palestinos son supervisados ​​por el ministro de Seguridad, Ben-Gvir, un político ultranacionalista que anteriormente endureció las restricciones a los presos palestinos, incluida la reducción del tiempo de ducha y el cierre de las panaderías de la prisión.

Ben-Gvir dijo este martes que los funcionarios penitenciarios debían mostrar «tolerancia cero hacia las huelgas de hambre y los disturbios en las prisiones de seguridad» y ordenó que los prisioneros sean confinados a sus celdas.

La Sociedad de Prisioneros Palestinos acusó a Israel de haber «asesinado» a Adnan, informó la agencia de noticias AFP.

La organización dijo que numerosos palestinos detenidos en la prisión de Ofer en Israel iniciaron una huelga de hambre general para protestar por la muerte de Adnan.

Adnan era de la ciudad de Jenín, en el norte de Cisjordania, una región que Israel capturó en 1967 y que luego colonizó. Los palestinos la reclaman para crear un Estado independiente.

El primer ministro palestino, Mohammad Shtayyeh, describió la muerte como «un asesinato deliberado» de Israel por «rechazar su petición de liberación, ignorarlo médicamente y mantenerlo en la celda a pesar de la gravedad de su salud».

La Liga Árabe también atribuyó la muerte a la «política de negligencia médica deliberada practicada sistemáticamente por las autoridades de ocupación israelíes».

La Unión Europea (UE), por su parte, pidió a Israel que investigue todas las circunstancias relacionadas con la muerte de Adnan.

La esposa de Adnan, Randa Moussa, en una rueda de prensa en su domicilio en Arraba, en el norte de Cisjordania, declaró que su muerte era un «orgullo».

«No queremos que se vierta ni una sola gota de sangre, no queremos que nadie responda al martirio (de Adnan), no queremos ningún disparo de cohetes y que después ataquen Gaza», dijo la viuda.

Alrededor de 200 personas se reunieron frente a la casa de Adnan, pidiendo venganza con carteles con su imagen.

Días atrás, su mujer había dicho que sus condiciones de detención eran «muy difíciles» y denunció que Israel rechazó trasladarlo a un hospital civil o permitir la visita de su abogado.

La Yihad Islámica, considerada una entidad terrorista por Israel, Estados Unidos y la UE, advirtió que el Estado hebreo «pagará el precio de este crimen».

«Si el pueblo palestino no tuviera personas como Khader, nuestra causa no tendría repercusión», dijo su líder, Ziad al Nakhalah, que saludó una muerte «poderosa y honorable».

Según la Sociedad de Prisioneros Palestinos, Adnan fue arrestado al menos 11 veces desde 2004 e hizo cinco huelgas de hambre.

En el año 2015, inició una huelga de hambre que duró 55 días antes de que las autoridades israelíes lo liberaran.

Su muerte coincide con uno de los periodos más violentos en años entre israelíes y palestinos.

Más de 100 palestinos murieron ya en lo que va del año en operativos militares israelíes o al cometer ataques en Cisjordania y Jerusalén este.

Un total de 19 israelíes murieron en el mismo lapso en ataques palestinos en Cisjordania o Israel.