Israel rechazó la votación sobre Jerusalén prevista este jueves en la Asamblea General de Naciones Unidas, una «casa de las mentiras» en palabras del primer ministro Benjamin Netanyahu.

«Jerusalén es la capital de Israel, lo reconozca o no la ONU» y «el Estado de Israel rechaza rotundamente la votación», dijo Netanyahu antes de que la Asamblea General se pronuncie sobre una resolución que condena el reconocimiento de la capitalidad de Jerusalén por Estados Unidos.

«Hicieron falta 70 años para que Estados Unidos lo reconozca oficialmente y harán falta muchos años todavía para que la ONU haga lo propio», afirmó. Pero el cambio de actitud de muchos países respecto a Israel -abundó- «acabará filtrándose en la ONU, esta casa de las mentiras».

«El Estado de Israel rechaza categóricamente este voto incluso antes de que se adopte», dijo el primer ministro israelí. Y afirmó que otros países trasladarán su embajada de Tel Aviv a Jerusalén, como el presidente Donald Trump prometió hacer con la estadounidense.

Netanyahu tuvo palabras de agradecimiento para Trump y para la embajadora estadounidense en la ONU, Nikki Haley.

Israel calificó de «histórico» el reconocimiento por Trump de Jerusalén como capital del país mientras que la inmensa mayoría de la comunidad internacional lo condenó.