Pese a las advertencias oficiales, decenas de miles de personas comenzaron este domingo una nueva manifestación en Hong Kong, la primera desde el asalto al Parlamento del pasado lunes, para continuar exigiendo la retirada definitiva del polémico proyecto de ley de extradición y la renuncia de la jefa del gobierno local, Carrie Lam.

La marcha recorre el distrito peninsular de Kowloon, una zona comercial donde se congregan numerosos turistas, la mayoría provenientes de la China continental.

Se trata de la primera vez en las últimas semanas que una de estas manifestaciones en protesta contra el proyecto de ley se celebra en esta zona y no en la isla de Hong Kong, donde se encuentra el principal distrito financiero.

La de hoy es la última de las numerosas protestas realizadas en las últimas semanas para exigir la retirada del polémico proyecto de ley de extradición, que facilitaría la entrega de sospechosos a otras jurisdicciones, entre ellas a la China continental.

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Los manifestantes, en su mayoría vestidos de negro, portan carteles con consignas como «Juntos, en pie», «No a la extradición a China» o «Carrie Lam, dimisión».

Se prevé que la protesta concluya junto a la estación del tren de alta velocidad, que conecta con Beijíng y otras ciudades de China.

Un operativo de cerca de 1.500 policías fue desplegado en la zona, a modo de prevención de posibles incidentes.

A través de las redes sociales y de la aplicación de mensajería Telegram, grupos de manifestantes llamaron a «tomar» la estación, uno de los principales símbolos de la presencia china en la ciudad, ya que en su interior se encuentran agentes de la Policía continental y marca una de las fronteras de la región autónoma.

Tras el asalto al Consejo Legislativo del lunes pasado, los manifestantes entraron en una especie de período de reflexión hasta que decidieron convocar esta nueva protesta.

Los hechos se produjeron el mismo día en el que se celebraba el vigésimo segundo aniversario del traspaso de la soberanía de Hong Kong a China por el Reino Unido, tras una manifestación en la que participaron, según los organizadores, unas 550.000 personas.

Desde el inicio de las manifestaciones, indicaron a la agencia de noticias EFE fuentes del movimiento prodemocrático, fueron detenidas 71 personas, 15 de ellas tras la irrupción en el Parlamento.

Asimismo, ayer se celebraron vigilias en memoria de los cuatro jóvenes que se han suicidado en las últimas semanas en relación con las protestas.