El director de la oficina de prensa de la Santa Sede, padre Federico Lombardi en un comunicado difundido anoche indicó: «Se trata de un ataque a la paz de toda la humanidad que requiere una reacción decidida y conjunta por parte de todos para luchar contra la propagación del odio homicida en todas sus formas».

El  portavoz del Vaticano añade: «Estamos siguiendo en el Vaticano las terribles noticias de París. Estamos consternados por esta nueva manifestación de violencia terrorista sin sentido y de odio que condenamos en el modo más tajante junto al Papa y a todas las personas que aman la paz. Rezamos por las víctimas y los heridos y por todo el pueblo francés».

En Italia crece la preocupación tras las amenazas de ISIS, en particular por la seguridad del Papa, mientras los  líderes europeos se solidarizan y también Rusia.

El papa Francisco condenó hoy «enérgicamente la violencia, que no puede resolver nada», al tiempo que se mostró «en oración con el sufrimiento de las familias afectadas» en los atentados terroristas de este viernes en París que dejaron más de un centenar de muertos.

«Informado de los horrendos ataques terroristas que tuvieron lugar en París y el Stade de France, matando a decenas de personas e hiriendo a muchos otros, Su Santidad Francisco se une en oración con el sufrimiento de las familias afectadas por el drama y el dolor del pueblo francés», informó el secretario de Estado Pietro Parolin en una carta dirigida al cardenal francés André Vingt-Trois, Arzobispo de París.

El Santo Padre «invoca a Dios, Padre de misericordia, que él da la bienvenida a las víctimas en la paz de su luz y trae consuelo y esperanza a los heridos y sus familias. Es responsable, así como todos los que participaron en el rescate de su cercanía espiritual», agrega la misiva divulgada esta mañana por la Santa Sede.

«Una vez más, el Santo Padre condena enérgicamente la violencia, que no puede resolver nada, y le pide a Dios para inspirar a todos los pensamientos de la paz y de la solidaridad o de comunicar a las familias en la prueba y sobre todo los franceses, la abundancia de sus bendiciones», finaliza la carta del número dos del Vaticano.