El presidente del Gobierno español, el socialista Pedro Sánchez, subrayó que con la autorización por parte del Tribunal Supremo de exhumar los restos del dictador Francisco Franco del Valle de los Caídos se «cierra simbólicamente el círculo democrático».

«Ningún enemigo de la democracia merece un lugar de culto ni de respeto institucional», dijo en su discurso a última hora del viernes en Nueva York ante la Asamblea General de Naciones Unidas.

De esta forma hizo referencia a la decisión del Tribunal Supremo de avalar por unanimidad el plan del Gobierno de exhumar los restos de Franco para reinhumarlos en el cementerio de El Pardo-Mingorrubio, de Madrid, en contra del deseo de la familia de hacerlo en la cripta de la Catedral de la Almudena de la capital.

En esta primera alusión a la decisión del Supremo, el presidente del Gobierno español la consideró «una victoria de la democracia».

Asimismo, remarcó que con esta decisión «un capítulo oscuro de nuestra historia» y comenzarán «las labores para sacar los restos del dictador Franco de donde han reposado inmoralmente durante demasiado tiempo».

Sánchez recordó que España no pudo formar parte de los Estados fundadores de Naciones Unidas porque estaba sometida a la dictadura franquista y aislada del resto de la comunidad internacional.

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España, continuó, «salió finalmente de aquellos años sombríos» y los españoles fueron «capaces de construir un país próspero, descentralizado y considerado internacionalmente como una de las democracias más sólidas y garantistas del mundo. Uno de los mejores países para vivir».

En el día de ayer Sánchez subrayó: «Hoy 24 de septiembre de 2019 hemos cerrado simbólicamente el círculo democrático, pues el Tribunal Supremo de España acaba de autorizar la exhumación de los restos de Franco». Y añadió que los españoles han elegido los valores de la paz, la democracia y la libertad para seguir construyendo su futuro.

El ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, afirmó que el Gobierno de España velará para que la exhumación de los restos del dictador Francisco Franco y su posterior reinhumación «no sea un espectáculo», agregó ademas que el Gobierno trabaja para que la operación se realice «con la mayor diligencia posible» y dentro de un protocolo de seguridad.

Grande-Marlaska consideró que la decisión judicial es «un hito y una victoria de la democracia», porque supone «no podía haber una exaltación a diario de un dictador, con menosprecio a tantas y tantas víctimas que sufrieron su dictadura» entre 1939-1975.