El principal indicador de la Bolsa de Shanghai bajó hoy 6,15%, hasta los 3.748 puntos, su mayor caída desde finales de julio, en medio de los temores a que las autoridades chinas retiren la ayuda estatal que están dando a los mercados desde junio y no liberalicen como se esperaba la política monetaria.

Los mercados también se vieron afectados por las preocupaciones por una eventual nueva devaluación del yuan y las malas perspectivas para la coyuntura china.

Los analistas consideraron que no habrá una mayor liberalización de la política monetaria después de que el mercado inmobiliario se mostrara más fuerte de lo inicialmente estimado, según la agencia de noticias DPA.

El índice Composite, el principal de Shanghai, registró su mayor caída desde el 27 de julio, cuando había perdido 8,5%.

El Component de Shenzhen bajó 6,56% a 12.683 puntos, mientras que el índice tecnológico ChiNext -similar al Nasdaq en Estados Unidos- retrocedió 6,08% hasta 2.504 puntos.

La situación se contagió a otros mercados asiáticos y el índice regional Stoxx 600 Asia/Pacific perdió 0,38% hasta los 170,31 puntos.

Hasta el lunes la bolsa china había logrado recuperar 14% desde su menor nivel el 8 de julio, pero la nueva caída se produjo después de que las autoridades señalaran que en el futuro sólo intervendrán ante fluctuaciones extraordinarias u otro tipo de riesgos importantes.

Impulsado por las compras masivas de inversores privados, el Shanghai Composite llegó a subir 150% en un año; mientras que a mediados de junio comenzó la cuesta abajo y en sólo 18 días el índice perdió 32%.

En intervenciones radicales el gobierno consiguió estabilizar las cotizaciones, el banco central bajó las tasas de interés a un mínimo récord y se inició un gigantesco programa de compra de acciones.

Asimismo, fue suspendida la cotización de hasta 50% de los títulos negociados en las Bolsas del país, pero las medidas tuvieron al parecer un efecto sólo temporal, y la explosión en el puerto de Tianjin se ha sumado a los problemas.