Putin se transformó en el tercer postulante registrado por la CEC, que con anterioridad ya inscribió las candidaturas de Pavel Grudinin y Vladímir Zhirinovski, del Partido Comunista de Rusia (PCR) y el ultranacionalista Partido Liberal Democrático de Rusia (PLDR).

El mandatario ruso optó por presentarse a la reelección como independiente, por lo que debió presentar un mínimo de 300.000 firmas en respaldo de su candidatura.

No obstante, su postulación es respaldada por los partidos oficialistas Rusia Unida y Rusia Justa, que apoyan la reelección de Putin.

El PLDR y el PCR tienen representación en el Parlamento, por lo que sus candidatos no necesitaron presentar firmas para ser inscritos por la Comisión Electoral Central (CEC).

Según el miembro de la Comisión Alexander Klyukin, 232 firmas de las 314.837 presentadas por el equipo de Putin resultaron inválidas. «No se identificaron firmas falsificadas», enfatizó.

En Rusia, los candidatos de partidos no parlamentarios deben presentar al menos 100.000 firmas de votantes y no más de 105,000 firmas de votantes a la Comisión Electoral Central, en tanto los candidatos independientes deben presentar al menos 300.000 firmas.

La decisión fue condenada por la Unión Europea y Estados Unidos, críticas que el Ministerio de Asuntos Exteriores ruso calificó de «injerencia directa» en los asuntos internos de Rusia.