Un grupo de venezolanos designados por el presidente interino Juan Guaidó, inició una gira por Estados Unidos en la que se reunirán con funcionarios estadounidenses para buscar apoyo y coordinar la «transición en Venezuela», luego del intento de golpe de Estado perpetrado por la oposición venezolana.

Estados Unidos fue el primer país en reconocer a Guaidó como «mandatario legítimo» de Venezuela en detrimento del presidente Nicolás Maduro, y ayer anunció nuevas sanciones contra el líder chavista y su gestión de la petrolera estatal Pdvsa, que incluyen el congelamiento de las cuentas y activos de esa compañía en territorio estadounidense.

Con Venezuela al rojo vivo por la disputa de poder entre Guaidó y Maduro, que ha repercutido en la región y en el mundo entero, el gobierno de Estados Unidos recomendó hoy a sus ciudadanos no viajar al país sudamericano, debido a la «criminalidad», al «malestar social» y a la posibilidad de «detenciones arbitrarias».

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El tanto, el líder del partido Primero Justicia (PJ), el diputado Julio Borges, y el dirigente Carlos Vecchio, recientemente nombrado encargado de negocios en Estados Unidos por Guaidó, iniciaron hoy una gira por el país norteamericano para coordinar las acciones anti Maduro con los países americanos del llamado Grupo de Lima.

En un comunicado, el PJ venezolano dijo que los dirigentes realizarán una nueva gira de reuniones de alto nivel para buscar una articulación final entre Estados Unidos y el Grupo de Lima, que integran 14 países y que se formó en 2017 para seguir la crisis de Venezuela y buscarle una salida. La mayoría de los miembros de este grupo reconoce a Guaidó como presidente de Venezuela, incluyendo la Argentina.

Ambos políticos mantendrán encuentros con representantes de la Casa Blanca, el Departamento de Estado y el Congreso de Estados Unidos para profundizar las sanciones y acciones contra familiares y testaferros de la cúpula militar y civil que hoy sostiene a Nicolás Maduro. «Estamos decididos a lograr el cambio en Venezuela y ejerceremos toda la presión necesaria para fracturar a la dictadura», dijo Borges.

Los dos dirigentes han venido manteniendo reuniones desde hace más de un año con representantes extranjeros para conseguir apoyo a la Asamblea Nacional, el único poder del Estado venezolano que controla el antichavismo dentro del país sudamericano.