Rusia responsabilizó este miércoles a Estados Unidos y al Reino Unido de un bombardeo lanzado por Ucrania la semana pasada al cuartel general de la flota rusa en el mar Negro, en la península de Crimea.

La vocera de la Cancillería rusa dijo que el ataque en la península ucraniana del mar Negro que Rusia se anexó en 2014 fue «realizado a petición de los servicios de inteligencia estadounidense y británico» y coordinado con ellos.

«No cabe la menor duda de que el ataque estuvo planeado con antelación utilizando medios de inteligencia occidentales, equipo satelital de la OTAN y aviones de reconocimiento», dijo la portavoz Maria Zajarova.

Tampoco hay dudas de que «se realizó a petición de los servicios de inteligencia estadounidense y británico y en estrecha coordinación con ellos», agregó Zajarova, que también es vocera del canciller ruso, Serguei Lavrov.

Crimea es una pieza fundamental del dispositivo militar ruso desplegado en la ofensiva contra Ucrania, tanto para enviar suministros a las tropas que ocupan el sur de este país como para llevar a cabo ataques.

En una contraofensiva en curso desde el mes de junio en el este y sur del país, Ucrania se está esforzando en llevar el combate hasta esta península, donde en las últimas semanas multiplicó los ataques con misiles y drones.

Por el momento, ni Londres ni Washington reaccionaron a las acusaciones de la diplomacia rusa.

Ucrania dijo haber matado en el ataque del viernes a una treintena de oficiales, entre ellos el comandante de la flota rusa en el mar Negro, el almirante Viktor Sokolov.

Sin embargo, el Ministerio de Defensa ruso publicó el martes unas imágenes que mostraban al almirante participando en una videoconferencia, y afirmó que el encuentro tuvo lugar ese mismo día.

Poco después, las fuerzas de operaciones especiales ucranianas, que habían dado la noticia de la muerte de Sokolov, dijeron que estaban «aclarando» sus informaciones, y alegaron que resulta difícil identificar a las víctimas.

En Ucrania, en tanto, autoridades anunciaron este miércoles haber terminado de evacuar a todos los niños de varios poblados y aldeas cercanos a la línea de combate en la sureña provincia de Zaporiyia, un punto clave en la contraofensiva de Kiev.

Al lanzar su ofensiva en junio para recuperar territorios ocupados por Rusia, Ucrania ordenó evacuar varias regiones mientras sus tropas intentan avanzar.

«Hemos completado la tarea planteada por el gobierno ucraniano (…) y evacuamos a todos los niños y sus familias» de cinco asentamientos en Zaporiyia, indicó el vicegobernador de la provincia, Yevguen Mironenko.

Citando a autoridades regionales, medios locales revelaron que 59 niños fueron removidos de los poblados.

Las evacuaciones de los asentamientos de Gulyaipole, Stepnogirsk, Preobrazhenka, Yegorivka y Novopavlivka fueron anunciadas en agosto ante lo que las autoridades calificaron como una situación de seguridad «difícil».

Las fuerzas ucranianas reportaron las últimas semanas avances limitados en la región de Zaporiyia, donde se enfrentan a posiciones rusas atrincheradas.

El general Oleksandr Tarnavskiy, quien lidera la ofensiva en el sur, dijo el fin de semana pasado que el Ejército ucraniano penetró las líneas rusas en Zaporiyia.

Ucrania proclamó en agosto una victoria estratégica al recapturar la aldea sureña de Robotyne.

Rusia insiste en que la ofensiva no ha dado ningún resultado a Ucrania.