Los servicios de trenes en gran parte de la isla de Gran Bretaña estaban interrumpidos este jueves nuevamente como parte de una segunda jornada de huelga ferroviaria, tras romperse este miércoles las negociaciones entre los trabajadores y las empresas que controla el Estado.

Inglaterra, Escocia y Gales se han visto afectados por la huelga ferroviaria más grande en suelo británico en 30 años, lo que hacía que viajar al trabajo continuara siendo extremadamente difícil esta semana para los usuarios.

Se esperaba que funcionara apenas el 20 % de los servicios, y que algunas zonas no tuvieran trenes en absoluto, informó la cadena BBC.

Más de 40.000 miembros del sindicato ferroviario, marítimo y de transporte (RMT) de Network Rail y 13 operadores de trenes, reclaman un aumento salarial que refleje la creciente inflación, que este miércoles alcanzó un récord histórico de 9,1 %, mejoras sindicales y se oponen a la intención del Gobierno de despedir a miles de personas.

Los trabajadores piden un aumento salarial del 7 %, mientras que la patronal ofreció un máximo del 3 %.

Pero el Gobierno del primer ministro Boris Johnson sostiene que los aumentos salariales que siguen el ritmo de la inflación solo exacerbarán la presión inflacionaria, manteniéndola alta por más tiempo.

La oficina de prensa del sindicato informó que el paro seguirá adelante este jueves y el sábado después de que las conversaciones colapsaron al no llegar a un acuerdo.

El secretario general del sindicato RMT, Mick Lynch, dijo que el ministro de Transporte, Grant Shapps, frustró las conversaciones al no permitir que Network Rail, gestora del sistema ferroviario, retire su carta amenazando con el despido de 2.900 empleados.

«Hasta que el Gobierno libere a Network Rail y a las empresas operadoras de trenes, no será posible llegar a un acuerdo negociado», afirmó.

«Continuaremos con nuestra medida hasta que obtengamos un acuerdo negociado que brinde seguridad laboral y un aumento salarial para nuestros miembros que aborde la creciente crisis del costo de vida», expresó.

Un trabajador que pidió no ser identificado, en declaraciones a Sky News, aseguró que las huelgas también son para mantener el transporte seguro tanto para los empleados como para los pasajeros.

«El problema que tengo no tiene nada que ver con el dinero. Todos los periodistas y medios de noticias de todo el país solo se enfocan en el salario, esta huelga se trata principalmente de la seguridad», indicó.

Según el trabajador, Network Rail quiere eliminar 2.000 puestos de trabajo operativos solo en su ruta y que estos roles serán reemplazados por técnicos asistentes que tendrían que manejar por todo el país en sus propios vehículos, lo que le costaría más dinero al empleado.

«Esperan que hagamos su trabajo altamente calificado a pesar de que no estamos capacitados para hacer la tarea», agregó.

Dijo además que Network Rail quiere atacar el plan de pensiones y hacerlos trabajar más fines de semana con períodos de descanso reducidos entre turnos, lo que hace que el personal esté más fatigado y aumente el riesgo de lesiones graves.

Sin embargo, Network Rail argumenta que el objetivo es modernizar su fuerza laboral y reemplazar las prácticas laborales obsoletas para hacer el sector más eficiente, seguro y más económico.