La pequeña ciudad española de Sant Cugat del Vallés, en la periferia de Barcelona (noreste), ha instalado un semáforo en el suelo para aquellos peatones que pasean por la calle mirando el teléfono móvil.

El semáforo, que se puso en marcha el jueves, consiste en en una franja de luces de color rojo ubicadas al final de la acera que se encienden cuando está prohibido el paso a los peatones, explicó el ayuntamiento en un comunicado.

De momento, estas luces se han instalado únicamente en una intersección, una de las más transitadas de este ciudad residencial de 87.000 habitantes, pero podrían extenderse a otros cruces concurridos.

Un estudio realizado por el primer operador de telefonía japonés, NTT Docomo, señaló que el campo de visión de una persona centrada en la pantalla del móvil se reduce al 5% del habitual.

Los semáforos en el suelo ya funcionan en algunas ciudades alemanas, como Augsburgo o Colonia, y dicho país también dispone de una aplicación que envía un aviso a sus usuarios cuando se disponen a cruzar un semáforo en rojo.

En Amberes (Bélgica) crearon carriles en las aceras únicamente para peatones que utilizan el móvil y en Seúl instalaron señales de tráfico alertando de los peligros de la adicción al móvil.