El papa Francisco aseguró tener «admiración por China», al que describió como «un gran país que tiene mucho para ofrecer al mundo», al tiempo que llamó a un diálogo entre Occidente y Oriente «para mantener el balance de la paz» y pidió «no tener miedo» del «desafío» de una China emergente en el contexto internacional.

«China siempre ha sido un punto de referencia de la grandeza. Un gran país. Pero más que un país, una gran cultura, con una sabiduría inagotable. Para mí, como un niño, cada vez que leía algo sobre China tenía la capacidad para inspirar mi admiración. Tengo admiración por China», aseguró el Sumo Pontífice a la agencia de noticias Asia Times en una entrevista divulgada hoy.

Las declaraciones de Francisco se dan en el contexto de un lento y sigiloso diálogo diplomático entre la Santa Sede y China para recomponer las relaciones bilaterales rotas en 1952, que incluyó encuentros de delegaciones de ambos países en el Vaticano y en Beijing, según confirmó a periodistas acreditados el portavoz papal Federico Lombardi.

Consultado sobre los «desafíos» que representa una «China que emerge», el Santo Padre destacó que «tener miedo no es nunca un buen consejero».

«No hay que temer a los desafíos de cualquier tipo, ya que todos, hombres y mujeres, tienen en su interior la capacidad de encontrar la manera de coexistir, de respeto y admiración mutua. Y es obvio que tanta cultura y tanta sabiduría, y además, tanto conocimiento técnico no pueden permanecer encerrados en de un país: tienden a expandirse, a difundirse, a comunicarse», agregó Francisco en esa dirección.

«Yo no estaría temeroso. Es un gran desafío para mantener el equilibrio de la paz», sentenció el Sumo Pontífice sobre el rol del gigante asiático, al tiempo que destacó que «el mundo occidental, el mundo oriental y China tienen la capacidad de mantener el equilibrio de la paz y la fuerza para hacerlo».

«Debemos encontrar el camino, siempre a través del diálogo; No hay otra manera», agregó.
En ese marco, el Papa argentino destacó que «el encuentro se logra a través del diálogo. El verdadero equilibrio de la paz se realiza a través del diálogo».

Por último, el Santo Padre saludó al presidente chino en la víspera del Año Nuevo, que en este caso corresponde al Mono, en ese país, el primer saludo de un Pontífice a un mandatario del gigante asiático en 2000 años, como recordó Asia Times.

«En la víspera del Año Nuevo, deseo transmitir mis mejores deseos y saludos al presidente Xi Jinping, y para todo el pueblo chino. Y deseo expresar mi esperanza de que nunca pierdan su conciencia histórica de ser un pueblo grande, con una gran historia de la sabiduría, y que tienen mucho que ofrecer al mundo. El mundo mira a esta gran sabiduría de los suyos», destacó Francisco.

«En este nuevo año, con esta conciencia, puede usted continuar para seguir adelante con el fin de ayudar y cooperar con todo el mundo en el cuidado de nuestro hogar común y nuestros pueblos comunes», finalizó el Santo Padre, quien en el marco de la posible reapertura del diálogo bilateral entre el Vaticano y China podría nominar a tres obispos en ese país próximamente, según el diario Corriere della Sera.