La presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, hizo un llamado este lunes instando a China a buscar una «coexistencia pacífica de largo plazo» entre ambas naciones. Este pronunciamiento, a solo dos semanas de las elecciones presidenciales en la isla, destaca la importancia de decisiones basadas en los «procesos democráticos» de Taiwán.

La situación actual, marcada por tensiones políticas y militares, refleja la disputa de larga data sobre la soberanía de Taiwán. China considera a la isla como parte integral de su territorio y ha prometido su reunificación, una posición que ha exacerbado las relaciones bilaterales.

Desde la elección de Tsai en 2016, China ha suspendido las comunicaciones de alto nivel con el gobierno del Partido Progresista Democrático (PPD) y ha intensificado la presión en diversos ámbitos. La mandataria, en su último discurso de Año Nuevo antes de entregar el poder en mayo, expresó su esperanza de retomar las comunicaciones con China, abogando por «intercambios sanos y sustentables».

«Esperamos que las dos partes busquen conjuntamente una forma de coexistencia pacífica estable y de largo plazo con paz, igualdad, democracia y diálogo», afirmó Tsai, subrayando la importancia de mantener los principios democráticos de Taiwán.

A pesar de su llamado a la coexistencia, Tsai no cedió en su postura respecto a la defensa de la democracia taiwanesa, enfrentándose a las críticas de China por no reconocer sus reclamos territoriales. «Ante el renovado conflicto entre democracia, libertad y autoritarismo en el mundo, la única opción para Taiwán en el futuro será seguir defendiendo la democracia y proteger la paz», agregó la presidenta.

En contraste, el presidente chino Xi Jinping, en su discurso de Año Nuevo, reafirmó la posición de China sobre Taiwán, declarando que «seguramente se reunificará» con el país. Xi instó al apoyo de Hong Kong y Macao para integrarse al desarrollo general del país.

En respuesta a estas afirmaciones, Tsai destacó la importancia de tomar decisiones con la voluntad común del pueblo taiwanés, reafirmando la naturaleza democrática del país.

A medida que se acercan las elecciones, las visiones divergentes entre el PPD, que aboga por la soberanía taiwanesa, y las fuerzas opositoras que proponen relaciones más amistosas con China, delinean el panorama político en Taiwán. La postura proindependentista del candidato presidencial del PPD, el vicepresidente Lai Ching-te, ha generado debates sobre la seguridad de la isla y las posibles implicaciones para la región.

La llamada de Tsai a la coexistencia pacífica establece un tono diplomático en medio de las crecientes tensiones, destacando la importancia de encontrar soluciones que respeten los principios democráticos de Taiwán y busquen un entendimiento mutuo con China.