El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó hoy a Irán y le advirtió que cualquier ataque a su país será respondido con una fuerza abrumadora o, incluso, la «destrucción total», luego que su par iraní, Hasan Rohani, anunciara «el final de la diplomacia entre ambos países».

«Las sanciones prueban que Estados Unidos miente cuando dice que quiere abrir conversaciones con Irán», sostuvo Rohani, visiblemente irritado y sin su tradicional cautela diplomática: «Las acciones de la Casa Blanca indican retraso mental».

Rohani, además, le advirtió a Trump que no confunda su «paciencia estratégica» con la inacción o el miedo, según el canal PressTV.

La decisión de la Casa Blanca de imponer nuevas sanciones ayer a la máxima cúpula de la República Islámica de Irán, incluido el máximo líder, el ayatollah Ali Jamenei, profundizó aún más el clima antiestadounidense en Teherán.

Pese a esa escalada, Trump volvió a responder a las reacciones del gobierno iraní con nuevas amenazas.

«La declaración ignorante y agresiva que difundió hoy solo demuestra que no entiende la realidad. Cualquier ataque de Irán contra cualquier cosa estadounidense enfrentará una gran y abrumadora fuerza. En algunas áreas, abrumadora significa destrucción total», escribió el mandatario en su Twitter.

Ayer Trump impuso nuevas sanciones financieras al líder supremo y a ocho jefes militares iraníes, y profundizó la tensión que domina Medio Oriente desde que dos barcos petroleros fueron destruidos en presuntos ataques y Teherán derribó un dron estadounidense en el estrecho de Ormuz, que conecta el Golfo Pérsico con el Golfo de Omán.

Más que el daño económico implicado en las nuevas sanciones, los iraníes ponderan el hecho simbólico implicado en castigar a Ali Jamenei, máximo representante de la República Islámica iraní y depositario del legado político y espiritual del líder de la Revolución de 1979, Ruhollah Khomeini.

Por otra parte, se espera que esta nueva ronda de sanciones se extiendan en pocos días al canciller, Mohamed Yavad Zarif, lo que podría obstaculizar las tareas diplomáticas de uno de los políticos más respetados del país, que cuando amagó con dimitir en marzo pasado, todo el sector moderado del establishment político iraní se movilizó para evitarlo.

«La desesperada administración de Trump está destruyendo todos los mecanismos establecidos para mantener la paz y la seguridad mundial», sentenció hoy, también en Twitter, el vocero de la Cancillería iraní, Abbas Musavi.

El propio canciller también ratificó la posición del gobierno iraní.

«Nuestras lineas rojas son las fronteras del país», advirtió e insistió en que «cuando un avión cruza nuestras fronteras tenemos derecho a defendernos y lo haremos», en clara alusión al dron derribado hace cinco días.

«No buscamos humillar a Estados Unidos, pero esta acción ha creado un gran espíritu en la nación iraní y ha demostrado que tenemos las capacidades necesarias para contrarrestar la amenaza de los enemigos», dijo.

En medio de esta creciente tensión internacional, el gobierno iraní recibió un fuerte respaldo hoy de su aliado ruso, quien calificó como una «señal alarmante» las últimas sanciones de Washington y las comparó con las que esa misma potencia occidental impuso a Irak en 2003, antes de la invasión.

El gobierno ruso incluso contradijo a Washington en una reunión tripartita en Jerusalén de los principales asesores de seguridad nacional de Rusia, Estados Unidos e Israel cuando aseguró que Teherán derribó al dron norteamericano en el espacio aéreo iraní.

«No hemos visto pruebas que demuestren lo contrario», sostuvo el secretario del Consejo de Seguridad ruso Nikolai Patrushev sobre las reivindicaciones del gobierno de Trump de que el derribo fue sobre aguas internacionales.

John Bolton, el asesor de Seguridad Nacional de Trump, también participó de la cumbre en Jerusalén y, a diferencia de su jefe, se mostró más diplomático y reiteró que Irán tiene «la puerta abierta para verdaderas negociaciones».