El Ejército de Ucrania afirmó este domingo haber repelido a las tropas invasoras rusas entre tres y ocho kilómetros en la orilla izquierda del sureño río Dniéper, ocupada por Moscú, en el mayor avance en la zona tras meses de infructuosa contraofensiva.

«Las cifras preliminares van de tres a ocho kilómetros, en función de las particularidades, la geografía y la topografía de la orilla izquierda» del río, en la sureña provincia de Jerson, indicó una vocera del Ejército, Natalia Gumeniuk, en la televisión ucraniana.

Si se confirma dicho avance, sería el mayor del Ejército ucraniano frente al ruso en varios meses.

Gumeniuk no precisó si las fuerzas de Kiev controlan completamente esta zona de Jerson, o si el Ejército ruso, que ocupa parte de la provincia, se había retirado ante el empuje ucraniano.

«El enemigo sigue disparando con artillería contra la orilla derecha», detalló la vocera, quien estimó en «decenas de miles» el número de soldados rusos en la zona, informó la agencia de noticias AFP.

Con armas proporcionadas por sus aliados occidentales, Ucrania lanzó una esperada contraofensiva en junio pasado que no dio el resultado esperado, aunque permitió la reconquista de algunas localidades en el sur y el este.

La semana pasada, sin embargo, Ucrania dijo haber afianzado posiciones en la orilla izquierda del Dniéper, y reportó «intensos combates» y una «fuerte resistencia» rusa de ese lado del frente.

Moscú no hizo comentarios de momento.

El anterior éxito relevante reivindicado por Ucrania en su contraofensiva había sido la liberación del pueblo de Robotyne, en agosto, en la región meridional de Zaporiyia, limítrofe con Jerson.

Ucrania esperaba, a partir de ahí, poder romper las líneas y liberar más zonas ocupadas, pero se topó con la potencia de fuego y las sólidas defensas rusas.

La toma de posiciones en profundidad en la orilla izquierda del Dniéper podría propiciar una operación ucraniana más importante en el sur, aunque para ello Ucrania deberá ser capaz de desplegar un gran número de soldados, vehículos y equipamientos en una zona difícil por contar con muchas marismas y arenales.

En paralelo, los ataques de drones explosivos, una constante en la guerra de Ucrania, prosiguieron en los últimos días.

Durante la madrugada de este domingo, tanto Kiev como Moscú fueron blanco de ataques de drones rusos y ucranianos respectivamente, sin que se produjeran víctimas, según informaron las autoridades de ambos países.

Las defensas antiaéreas de cada lado interceptaron la mayoría de los drones.

Los ataques de drones ucranianos contra la región de Moscú se hicieron especialmente frecuentes en la primavera boreal, antes y al inicio de la contraofensiva ucraniana.

En las últimas semanas, en cambio, fueron excepcionales.

En total, entre «15 y 20 drones enemigos fueron destruidos» hoy sobre Ucrania, afirmó en un comunicado el Estado Mayor del Ejército ucraniano.

«No hubo ninguna víctima», puntualizó el jefe de la administración militar de Kiev, Serguii Popko.

En la noche del sábado, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo de nuevo temer que Rusia incremente sus ataques contra el sistema energético, para paralizar el suministro de calefacción y electricidad del país, como ya ocurriera hace un año.