Al menos cinco personas murieron y 30 fueron heridas cuando un yihadista suicida hizo detonar su chaleco de explosivos al ser detenido en la calle hoy en el distrito policial 10, al norte de Kabul, en el tercer atentado en tres días en la capital afgana.

«Hemos recibido a 35 personas (en hospitales), de las que cinco han llegado muertas», indicaron fuentes médicas en Kabul.

La explosión tuvo lugar en la calle 7 del barrio de Qala-e-Fathullah, cerca de la mezquita chiíta de Hussania, poco después del mediodía local, indicó el portavoz del Ministerio del Interior, Najib Danish.

El vocero aseguró que el suicida detonó el chaleco tras ser «reconocido» por oficiales de seguridad. «Otros tres sospechosos más han sido detenidos en la zona», agregó, según informaron la agencia de noticias EFE y el portal de noticias TOLOnews.

Testigos presenciales citados por TOLOnews señalaron que el atacante parecía acercarse a la mezquita con una majada de ovejas.

La agencia de noticias Amaq, que actúa como portavoz del grupo islamista radical Estado Islámico (EI), señaló que el atentado fue perpetrado por un suicida de esa milicia.

El grupo extremista considera a los chiitas «herejes que merecen la muerte» y esa minoría es cada vez más objetivo de los atentados de la rama del EI en Afganistán

El presidente Ashraf Ghani, en un comunicado, entregado a la prensa poco después del incidente, condenó el ataque y lo llamó contra la humanidad y la religión, y aseguró que ningún atentado de ese tipo afectará la unidad entre los afganos.

Este fue el tercer atentado en tres días que vive Kabul.

Ayer cuatro personas murieron y una veintena resultaron heridas al explotar una bomba adosada a un vehículo de la policía.

El día anterior, un grupo insurgente reivindicado como propio por los talibanes y por el EI, lanzó morteros contra el aeropuerto de la capital afgana y se atrincheró en una vivienda cercana al aeródromo en coincidencia con la visita del secretario de Defensa estadounidense, James Mattis, y del máximo responsable de la OTAN, Jens Stoltenberg.

Los tres milicianos murieron abatidos por las fuerzas de seguridad y una mujer resultó muerta y 11 civiles heridos en una operación aérea realizada por la OTAN al «fallar» un misil, informó la alianza militar nordatlántica.

De acuerdo con el último informe del Inspector Especial para Afganistán (Sigar) de Estados Unidos divulgado el mes pasado, el gobierno afgano controla menos de un 60% del territorio del país asiático.