El Servicio Nacional de Salud de Reino Unido (NHS, según siglas en inglés) es elogiado a lo largo del país como modelo de sanidad. Sin embargo, un estudio académico revela que el principio del NHS, «igual acceso para necesidades idénticas», no está cumpliéndose en los centros de urgencias de Inglaterra.

Según un estudio de la Universidad de Manchester, los profesionales sanitarios podrían dar menos prioridad clínica, inconscientemente, a pacientes de zonas más pobres en comparación con aquellos procedentes de las áreas más ricas.

Analizando datos nacionales de pacientes que llegan en ambulancias a los departamentos de accidentes y emergencias de los principales hospitales de Inglaterra, los investigadores descubrieron que los pacientes procedentes de las áreas más empobrecidas esperaron más tiempo para recibir tratamiento y recibieron una atención menos completa que los residentes de las zonas más acomodadas, a pesar de presentar dolencias idénticas en los mismos hospitales.

«Las desigualdades observadas se manifestaron incluso cuando los departamentos de accidentes y emergencias estaban menos saturados, revelando que las desigualdades no tenían lugar solamente en los periodos de mayor presión por falta de tiempo para el personal», concluyó el estudio.

Es posible, indicaron los investigadores, que exista un sesgo inconsciente para dar menos prioridad a los pacientes procedentes de zonas depauperadas.

Las pruebas, publicadas en el Journal of Health Economics, son las primeras en ofrecer evidencia empírica sobre las desigualdades a la hora de recibir tratamiento médico de urgencias a tiempo y adecuado en Inglaterra.