Un nuevo brote del virus del ébola en la República Democrática del Congo dejó al menos hasta ahora cinco muertos, según lo confirmó este martes el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).

Los fallecidos son de la provincia de Équateur, al noroeste de ese país, más precisamente de su capital Mbandaka, y entre ellos hay una menor de 15 años.

Las muertes se produjeron entre el 18 y el 30 de mayo, pero solo el 31 de mayo se confirmó que estaban relacionadas con el ébola.

En tanto, hay otras cuatro personas que contrajeron el virus -el hijo de uno de los casos fatales y sus contactos- y son tratados en una unidad de aislamiento en el Hospital Wangata, en Mbandaka.

Unicef desplegará este martes a 36 empleados «para trabajar con socios gubernamentales, comunidades, psicólogos y trabajadores psicosociales y organizaciones no gubernamentales para ayudar a las personas infectadas y afectadas por el ébola y crear conciencia en las comunidades sobre buenas prácticas de higiene y comportamiento para prevenir la propagación de la enfermedad».

Este virus tiene una tasa de mortalidad de entre el 50% y el 60%, pero puede alcanzar el 78% entre los niños menores de 5 años.

Este nuevo brote de ébola en la provincia de Équateur se produce justo cuando el país se acercaba al final de la epidemia en la parte oriental, donde hubo 2.134 fallecidos y 3.317 infectados.

El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, había señalado días atrás que el nuevo brote de ébola tiene lugar mientras el país «combate la pandemia de covid-19 y el brote de sarampión más grande del mundo».