A pesar de los avances tecnológicos que permiten realizar cada vez más operaciones a través de formas de pago virtuales o con tarjetas -lo que también supone la posibilidad de no movilizarse con grandes sumas de dinero en efectivo- muchos europeos no pueden desprenderse de la costumbre de utilizar billetes y monedas materiales.

Según el Informe Mundial de Efectivo que recopila datos del 2018, la mayoría de los europeos aún utilizan dinero efectivo, mientras que los países de Asia son los que más pudieron desprenderse de esta forma de pago.

Este informe recurre a diferentes estudios que analizan cómo se comportan las personas de diferentes países del mundo a la hora de realizar sus pagos, evaluando si predomina el abono en efectivo, con tarjeta o con otros mecanismos digitales como los celulares o las computadoras.

Si bien la mayoría de los estudios registra la vida cotidiana de las personas, cada uno de estos informes está diseñado de manera diferente y puede arrojar resultados variados. Sin embargo, comparar las cifras resulta interesante para obtener una comprensión general de qué países son más o menos propensos a utilizar efectivo.

Fuente: statista.com

De aquí se desprende que España es el país en donde más se utiliza dinero material, ya que un 87% de las operaciones que allí se realizan son con dinero en efectivo. De cerca le sigue Italia, donde un 86% de las transacciones son con billetes y monedas reales.

Japón (82%), Alemania (80%), y Francia (68%) son otros países en donde predominan las compras con efectivo, no así en el Reino Unido, donde esta forma de pago representa menos de la mitad (42%) de las transacciones realizadas.

En tanto, Japón es una excepción a la regla de los países asiáticos, los cuales tienden a los pagos sin efectivo. En 2019, el gobierno del país reveló su «Visión sin efectivo», que busca aumentar los pagos sin dinero material al 40% para 2025.

Si bien la tasa de Japón es comparable con la de varios países europeos como España, Italia y Alemania, los vecinos regionales China y Corea del Sur han adoptado los pagos sin efectivo en un grado mucho mayor.