Vecinales de Rosario rechazaron las modificaciones en el sistema de transporte propuestas por la Municipalidad y denunciaron que de esta forma se expone a los vecinos a la inseguridad y se aísla a los barrios.

Días atrás, el Municipio informó que eliminará algunas líneas de colectivos, mientras que otras se fusionarán o aumentarán su frecuencia. El objetivo –ante la crisis que atraviesa el sector por la caída de usuarios- es aumentar los micros en las avenidas, ofreciendo un sistema de trasbordo desde y hacia los barrios. Sin embargo, estas modificaciones fueron rechazas por los vecinos.

El presidente de la vecinal “Vivir y Convivir en Tablada”, Claudio Gershanik, dialogó con Conclusión e informó que unas veinte instituciones –entre las que se encontraban vecinales, colegios, organizaciones sociales, centros comerciales a cielo abierto y otros organismos- se reunieron con autoridades municipales para discutir estos cambios en los recorridos de los colectivos.

“El problema que se planteó es la falta de diálogo en la implementación que se hizo de forma sorpresiva, sin ninguna consulta con los sectores afectados. No somos necios, entendemos que hay que hacer modificaciones, pero no podemos dejar aislados a los barrios, porque se los deja en manos de la inseguridad más absoluta. Estos cambios se manejaron en función de datos de una computadora, sin recorrer los barrios”, determinó Gershanik.

Para exponer la situación de Tablada, detalló que con las reformas anunciadas se elimina la línea 146, pero la zona sería cubierta por la 122. Entre ambas líneas hay tres cuadras de diferencia que, según el referente barrial, “no se pueden cruzar caminando, se la llama la Franja de Gaza, es peligrosísimo caminar por ahí, por eso un colectivo iba por una calle y el otro por la otra”.

>>Te puede interesar: Schmuck, sobre los cambios en el transporte: “La idea es que los usuarios hagan trasbordo desde y hacia los barrios”

Asimismo, detalló que por avenida Grandoli circulaban dos líneas, la 144 y la 146. “El 144 es el 30%, porque es solo la bandera negra que va por Pellegrini y luego por Alvear. Ahora va a empalmar con el 112 y va a ir por Santa Fe hasta el barrio Rucci. No ingresa al centro. La 146 –con dos banderas, roja y negra- interrelacionaba Tablada con Saladillo y permitía enlazar con la 142 que llevaba a un montón de gente, como a los trabajadores de la carne, que los comunicaba con los frigoríficos de Villa Gobernador Gálvez, esa conexión se perdió”, explicó.

Fuente: Municipalidad de Rosario.

En relación a la eliminación de la línea 146 –que comunicaba a Tablada con el centro- el presidente de la vecinal expresó que “desde Pellegrini al Sur y de San Martín hacia el río no hay un solo cajero electrónico, por lo tanto para realizar cualquier trámite bancario necesitamos un colectivo que nos lleve al centro”.

La falta de una conexión con el centro también afecta a aquellos vecinos de Tablada que necesiten acercarse hasta PAMI, Anses, la Municipalidad u otros organismos con sede en céntrica en donde se realicen trámites de relevancia.

“Por otra parte, en Tablada tenemos más de 20 escuelas públicas, por lo cual cuando empiecen las clases presenciales a los chicos no los podemos mandar caminando cruzando las villas, tienen que ir en colectivo”, sentenció Gershanik.

>>Te puede interesar: El Municipio modifica la frecuencia de algunas líneas de colectivos y prepara un nuevo aumento

Y apuntó: “Hay un montón de cosas que no tuvieron en cuenta y esto nos está haciendo reaccionar a todos los barrios. Echesortu también tiene un problema similar, en la zona norte hay muchos barrios aislados, como San Martín Sur o Mangrullo. Vos no le podés pedir a la gente de Mangrullo que se vaya hasta La Mandarina para tomar un colectivo porque son boleta”.

El referente barrial aseguró que las autoridades municipales deberían “haber hablado con las vecinales” antes de ejecutar cambios en el sistema de transporte y anticipó que “si cortan los servicios de esta forma, los boletos se van a reducir a la mitad porque muchísima gente no va a poder tomar los colectivos y va a pasar a la bicicleta, eso es dejarlos a merced de la inseguridad”.

“No se pensó en la gente y esto va a tener consecuencias gravísimas”, concluyó Gershanik.

Por su parte, la presidente del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck, defendió los cambios en el sistema y manifestó: “A lo mejor en los barrios el colectivo no va a pasar cada 15 minutos como estábamos acostumbrados, sino que lo hará cada 25 o cada 30, pero uno tiene que saber a qué hora llega y poder articular el trasbordo”.

“A lo mejor hay que caminar una cuadra más pero la ciudad va a estar absolutamente conectada”, aseguró la edila, al tiempo que detalló que actualmente la Municipalidad no cuenta con los recursos económicos para garantizar un “sistema ideal” como el que está vigente.