Por Santiago Fraga

Por si la medida del Gobierno provincial de trasladar a las tarifas el costo del transporte urbano público no hubiera despertado ya críticas de parte de concejales y ciudadanos rosarinos, las declaraciones del gobernador Miguel Lifschitz esta mañana terminaron por agrandar la polémica.

En comparecencia ante la prensa, el mandatario santafesino afirmó que “la provincia no puede subsidiar al transporte porque es responsabilidad de la Nación”, y negó que se vaya a hacer aportes para los sistemas de transporte de Rosario y la capital ya que “la provincia tiene muchas responsabilidades y ya ayuda a muchos sectores productivos”.

En diálogo con Conclusión, el edil Osvaldo Miatello aseguró que pese a que la medida del Gobierno nacional está errada, desde la provincia no pueden desligar su responsabilidad, y disparó: “El día que el Socialismo gobierne el universo le van a echar la culpa a los extraterrestres”.

El día que el Socialismo gobierne el universo le va a echar la culpa a los extraterrestres, porque siempre encuentra alguno más arriba a quién echarle la culpa. Obviamente yo creo que es un error del gobierno nacional el congelamiento de los subsidios, porque hay algunos que son buenos y otros que son malos, pero para el transporte es un buen subsidio, es una transferencia de recursos a los sectores que más lo necesitan, entonces me parece que es un error”, criticó el concejal del bloque Compromiso con Rosario, quien agregó que el hecho de que la provincia diga que “no tiene nada que ver”, es “una falta de responsabilidad”.

Tras un extenso debate, el Concejo Municipal rosarino avaló ayer por unanimidad la resolución de los concejales Miatello y Carola Nin, en donde se resaltó la necesidad de un encuentro con el gobernador y con el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich, para buscar otro tipo de financiamientos al transporte urbano público, con el objetivo de que el aumento no se traslade al usuario.

Al respecto, el hace ya once años concejal rosarino sostuvo que “no es un tema que escape a ninguna jurisdicción que los sectores de menores recursos, los trabajadores, los estudiantes, puedan usar el transporte público”, y que es importante que Lifschitz y Dietrich los reciban, además de ser un error que del Gobierno nacional haya congelado los subsidios.

“Nos parece imprescindible tener esas reuniones para encontrar alguna solución alternativa que no sea trasladar a tarifa el costo del transporte”, dijo el concejal, quien aseguró que dicha alternativa “se tiene que encontrar entre todos”.

A su vez, recordó que el Municipio, a través de las formas que fue dictando el Concejo, creó un fondo compensador para el transporte urbano público que aporta alrededor de 120 millones de pesos, sumado a que la Nación aporta alrededor de otros 500 millones de pesos. “Entonces me parece que el gobernador no puede decir ‘No es mi problema’, más cuando él fue intendente de Rosario y fue secretario de Servicios Públicos de la ciudad”, arremetió.

Por otro lado, sostuvo que no es posible seguir sumando aumentos, ya que se está “en un momento de presión sobre la gente” por los aumentos en electricidad, gas y TGI. Lo que proponen en cambio es que esté “el financiamiento de otro sector para la totalidad de lo que eso implica como aumento, si después hay un punto intermedio habrá que verlo, pero hoy por hoy la idea es tratar de producir ningún tipo de aumento”.

Finalmente, contó que el debate de ayer en el recinto fue votado por unanimidad, incluso por los oficialistas que aseguraron allí la voluntad de acompañarlos a las reuniones, si es que se las otorgan.

Oficialistas y opositores acordaron con la resolución de los concejales Osvaldo Miatello y Carola Nin, del bloque Compromiso con Rosario, y también con la solicitud del vicepresidente primero del Concejo, el edil de Unión PRO Federal Carlos Cardozo, de que se concreten reuniones con cada uno de los bloques que integran el Senado provincial para tratar lo vinculado con la modificación de la ley de obras menores. Mediante ésta, se incorporarían a su distribución las ciudades de Rosario y Santa Fe, constituyendo otro aporte al transporte urbano público.