Cada 7 de agosto la Iglesia Católica celebra a San Cayetano, patrono del pan y del trabajo. En Rosario, los fieles se congregan desde muy temprano –incluso desde el domingo– en la iglesia de Buenos Aires al 2158, la cual lleva el nombre de este santo.

Por este motivo, el tránsito se encuentra cortado en Buenos Aires y La Paz, Riobamba y Buenos Aires y Cerrito y Laprida, por lo que se recomienda evitar la zona. Asimismo, los colectivos que circulan por el lugar realizan desvíos.

En Argentina, a San Cayetano se lo venera como el santo que ayuda a proveer de pan y trabajo. “Que no nos falte el pan, la paz y el trabajo”, reza la oración para pedirle a este santo.

En Rosario, las puertas de la Iglesia San Cayetano abrieron a las 0 horas horas de este lunes, cuando se realizó una misa a cargo del obispo auxiliar, Monseñor Ernesto Fernández.

A las 5.30 los fieles rezaron el rosario, mientras que están agendadas otras misas y confesiones para las 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 17, 18, 19, 20 y 21 horas. En tanto, el rezo del santo rosario se repetirá a las 13.30, 14, 14.30, 15.30, 16 y 16.30.

Para las 15 está prevista la procesión, que partirá de la Iglesia San Cayetano y llegará hasta la Plaza Libertad (ubicada en Sarmiento e Ituzaingó), donde tendrá lugar una misa solemne presidida por el arzobispo de Rosario, Monseñor Eduardo Martin.

San Cayetano: ¿por qué se lo celebra el 7 de agosto?

Cayetano de Thiene nació en Vicenza (Italia) el 1 de octubre de 1480. Era hijo de los condes de Thiene, una familia muy rica. Sin embargo, se desprendió de todos sus bienes y los repartió entre los pobres.

Estudió derecho en Padua y un tiempo después recibió la ordenación sacerdotal. Se caracterizó por fomentar la práctica de la caridad con el prójimo.

Decidido a seguir los estudios sacerdotales, se instaló en Roma en 1506. Al poco tiempo fue nombrado secretario privado del Papa Julio II y notario de la Santa Sede.

A los 33 años fue ordenado sacerdote y a partir de ahí inició una vida dedicada a la ayuda de los más desfavorecidos económicamente y de los enfermos, llegando incluso a crear una fundación para socorrer a los carenciados y desprotegidos.

Tras volver a su ciudad natal, Vicenza, creó hospitales en los que se cree que logró realizar milagros, como por ejemplo la sanación de la pierna de una joven que estaba a punto de ser amputada por la gangrena.

San Cayetano murió en Nápoles el 7 de agosto de 1547, a 67 años. Por eso se eligió esta fecha para recordarlo, agradecerle y pedirle trabajo.

Cayetano de Thiene fue beatificado el 8 de octubre de 1629 por el papa Urbano VIII y canonizado el 12 de abril de 1671 por el papa Clemente X.