Todos los 28 de julio se conmemora en Argentina el “Día Mundial de la Hepatitis”. El objetivo de esta fecha es el de impulsar a nivel mundial la mayor cantidad de estrategias posibles que pueda realizar el sector de la salud contra la enfermedad vírica. En Rosario se realizarán una serie de campañas de concientización.

El virus de la Hepatitis B fue detectado en el año 1964 por el Dr. Samuel Blumberg y el día 28 de julio la Organización Mundial de la Salud lo designó en su honor por el día de su nacimiento. Esta afección produce una inflamación aguda en el hígado, existen 5 virus diferentes y cada uno es catalogado por una letra del alfabeto.

El objetivo de la OMS es eliminar esta enfermedad como un riesgo de Salud Pública para el año 2030. Las principales medidas tienen como foco ampliar los programas de vacunación contra esta afección, expandir los servicios de “reducción de daños”, aumentar el acceso al diagnóstico, entre otras acciones.

En Rosario, el próximo viernes 4 de agosto, en la plaza San Martín de 10 a 16, se realizará una jornada de testeos de detección de hepatitis B, C, VIH y sífilis y se aplicará la vacuna contra la hepatitis B y las demás del calendario obligatorio. Aunque, desde el día de hoy las vacunas están disponibles en todos sus centros de salud y hospitales.

La mayoría de las veces las hepatitis no producen síntomas y la enfermedad pasa inadvertida, por lo que solo se la puede diagnosticar mediante análisis de sangre. Sin embargo, una persona infectada puede llegar a manifestar síntomas como cansancio, fiebre, náuseas, vómitos, dolor abdominal, orina oscura, heces claras, color amarillento de piel y mucosas, entre otros.

Se transmite principalmente por contacto directo con fluidos corporales como sangre, semen, secreciones vaginales y en menor medida saliva, infectados con el virus de hepatitis B. Las personas embarazadas con hepatitis B pueden transmitir el virus durante la gestación.

Desde 2005 la Argentina incorporó al calendario obligatorio la vacunación contra la hepatitis A, a los 12 meses de edad, lo que produjo un gran impacto sobre la enfermedad con la desaparición de los brotes epidémicos anuales y las complicaciones graves como la hepatitis fulminante y el trasplante hepático.

En la Argentina en año 2012 se dio inicio a la vacunación universal contra la hepatitis B. La vacuna tiene una eficacia del 90 al 95 por ciento para prevenir la infección aguda y las formas crónicas del virus de la hepatitis B en población pediátrica y adultos

Tanto la hepatitis A como la hepatitis B pueden prevenirse a través de vacunas, incorporadas en el Calendario Nacional de Vacunación. La misma es universal y gratuita desde 2012 con 3 dosis: una aplicación, luego al mes y se completa a los 6 meses.

En tanto, si bien no existe vacuna contra la hepatitis C, se puede prevenir y existe un tratamiento específico, es por esto la importancia de una detección temprana.

Cuando realizar una prueba de hepatitis B y C

– Después de hacerse un piercing o tatuaje sin materiales descartables

– Haber recibido una transfusión de sangre antes de 1992

– Si la persona no se vacunó y si no se utilizaron elementos de protección durante relaciones sexuales